Con una precaria infraestructura en las escuelas, la falta de material didáctico básico y de mobiliario escolar comenzaran el año lectivo 2017 muchos centros educativos públicos del país, el cual será inaugurado el próximo 16 de enero. La descripción anterior es resultado de un sondeo telefónico y visitas hechas a varias instituciones durante la primera semana de enero.
En algunos casos los directores y subdirectores de escuelas muestran resignación por lo que sucede y se resisten a hablar abiertamente de ello debido al temor que tienen de sufrir represalias de parte de los directores departamentales. Ese temor no es nuevo.
Otros directores se atreven a hablar de los problemas en las aulas, con la esperanza de que sus voces sean escuchadas por las autoridades o donantes altruistas.
El ministro de Educación, Carlos Canjura, reconoció el viernes que “hay un grueso de centros escolares que no llenan los requisitos (para brindar educación integral)”, les faltan bibliotecas, espacios para diversión o comedores, entre otros.
Una de las instituciones que iniciará en condiciones críticas es el Centro Escolar de la Colonia Los Alpes, de Soyapango. Según lo expuesto por una empleada administrativa, aún no reciben ayuda para reparar los techos de los salones de clase que están dañados en un 90 %.
Según la asistente de la escuela, el mayor problema es de infraestructura, y aunque no brindó muchos detalles, al cierre de 2016 el profesor Moisés Omar Menjívar indicó que el problema de los techos lo arrastran desde hace ocho años.
De igual forma, la institución requieren la reparación de los pisos de varios pasillos, así como del sistema eléctrico.
Mientras, en el Centro Escolar 22 de Junio, de Mejicanos, explicaron que comenzarán con unos pocos recursos que les quedaron de una donación del año pasado; ellos tienen pintura pero no es suficiente para atender todo el centro educativo.
“El 40 % de los pupitres está en mal estado. Con tercer ciclo es con el que más tenemos problemas, pero también necesitamos mesas adecuadas para Parvularia”, explicó la subdirectora, Marisela Maldonado.
La institución requiere libreras para los grados y mobiliario para el centro de cómputo que abrirán este año para mejorar la enseñanza de la población estudiantil.
Maldonado explicó que este año lectivo el Ministerio les ha asignado cuatro maestros, de la especialidades de artística, educación física, computación y Sociales. Los docentes sustituyen a cuatro profesores que se jubilaron.
Siempre en Mejicanos, el Centro Escolar Amalia Viuda de Menéndez, en donde abrirán el servicio de Parvularia (kínder 4, 5 y preparatoria), aún tienen necesidad de reparar el sistema eléctrico y sustituir algunas computadora y demandan un laboratorio de Ciencias.
No obstante, la directora de la escuela, Ana Yanci Orellana, está optimista por el hecho de que han logrado hacer mejoras en la infraestructura y empezarán a brindar kínder.
En esta escuela, por segundo año consecutivo, continuarán impartiendo bachillerato y el proyecto Círculos de Familia, a través del cual se da atención a la madre que está embarazada, en aras de garantizar estimulación temprana de los pequeños. Para este año lectivo esperan contar con 826 estudiantes.
Debido a que el año pasado el Ministerio de Educación (Mined) no les depositó el presupuesto completo a todos los centros educativo, estos iniciarán con un déficit económico, según denuncian algunos docentes.
“La necesidad primordial es el presupuesto que no lo depositan. Sin lo económico no puedo echar a andar nada”, expuso Elizabeth Antonia Jiménez, directora del Centro Escolar Profesor Francisco Morazán, de Chalatenango.
Esta institución es otra de las que está escasa de material didáctico y donde se requiere una renovación de todos los pupitres.
Esta institución, gracias a la cooperación italiana, ha tenido mejoras en la infraestructura escolar, aunque requiere más apoyo para cubrir ese rubro porque carecen de un muro perimetral y la renovación de todo el equipo informático.
Jiménez detalló que las computadoras que tienen se las entregaron en 2003 y a la fecha están obsoletas y muchas arruinadas.
“El compañero (de informática) tienen proyectos bonitos, pero no los puede echar a andar por lo mismo que las computadoras no funcionan”, lamentó.
En occidente y oriente
En el Centro Escolar San Miguel Ingenio, de Metapán, Santa Ana, explicaron que al inicio del año no pueden definir ningún proyecto porque económicamente están muy mal.
Según el director, Orlando Liborio, el Mined no le ha completado la última transferencia del presupuesto de funcionamiento de 2016 y, por ello, no han podido comprar material didáctico para que los educadores trabajen con los cerca de 380 alumnos que esperan.
La institución no cuenta con laboratorio de Ciencias y los equipos que tienen en la sala de computación están desfasados. “Hay bastantes aparatos que ya están fuera de serie. Este año tal vez logramos que alguien nos de algo porque es una lástima que se pierda el centro de cómputo que tanto costó”, dijo Liborio.
En el Centro Escolar Profesor Jorge Alfredo Mendoza, de Sonsonate, la directora Teresa Montenegro, aseguró que el “el mayor problema de nosotros es la infraestructura”. Expuso que no pueden realizar proyectos de construcción formal porque el terreno no está legalizado a favor del Ministerio de Educación.
“Aplicamos a un decreto legislativo que salió (para legalizar los terrenos), pero todavía nos tienen en espera en la alcaldía”, señaló.
En el departamento de Ahuachapán, en el Complejo Educativo de Guaymango, ubicado en el municipio del mismo nombre, viven una situación muy complicada: “Pues tenemos deudas a la fecha. Al 23 de diciembre todavía nos debían el 50 % de la segunda transferencia (del presupuesto escolar)”, aseguró Noel López, director de la institución.
Agregó que le deben al proveedor de la librería el pago por material didáctico y tienen deuda con una imprenta que les elaboró libros y sellos.
“Vamos a empezar sin material didáctico. Incluso ando buscando un nuevo proveedor porque el señor que me daba crédito me dijo: Mire profe, hoy quizás no voy a poder darle crédito porque algunas escuelas no me han pagado y no tengo capital para invertir”, señaló López.
Ellos se verán obligado a hacer reuniones de grado y una asamblea general con los padres de familia para plantearles que ahora corre por su cuenta la compra de plumones, papel bond y el material para el aseo.
El director dijo que este año no contratará personal para preparar el refrigerio escolar porque el año pasado muchos padres no pudieron pagar la cuota de $0.25 que habían acordado.
El panorama es idéntico en las instituciones educativas públicas de la zona oriental del territorio.
Roberto Villegas, director del Centro Escolar Delfina, del cantón La Estancia, de Moncagua, San Miguel, informó que inician el año escolar con el 50 % del mobiliario escolar en mediano y mal estado.
En este centro cada año reciben alrededor de 250 estudiantes de Parvularia a noveno grado, pero según Villegas, cada año es más difícil proveerles las condiciones necesarias para el aprendizaje.
El profesor no pierde las esperanzas de que este año recibirá los fondos suficientes para construir un aula, dotar de nuevos pupitres o reparar los que están en regular estado.
En La Unión, el Centro Escolar Club de Leones, tiene una lista de necesidades por cubrir relacionadas con reparaciones menores, entre ellas están el cambio de luminarias, tuberías de agua potable y reparación de techos.
César Maldonado, director de la institución, detalló que necesitan unos $10,000 para reparar el techo de la segunda planta del edificio.
En Conchagua, el Centro Escolar del Cantón El Pilón demanda la reparación del cielo falso del laboratorio debido a que está en pésimas condiciones.
Mientras, en el Complejo Educativo Cantón El Jaguey necesitan la construcción de un muro perimetral. “La cerca es de alambre de púa y malla que están dañados, necesitamos que se construya el muro que son unos 400 metros de largo. Es necesario hacerlo para proteger a los estudiantes”, señaló José Luis Zelayandía, director de la escuela El Jaguey.