La Constancia perderá el 7% de su mercado al vender Suprema y Regia

El gigante cervecero ABInBev ha decidido deshacerse de ambas marcas para lograr que la Superintendencia de Competencia autorice que se fusione con SABMiller, propietaria de La Constancia.

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Industrias La Constancia está renovando su portafolio de cervezas. Ante la inminente venta de Regia y Suprema tiene nuevos productos en mente. / Foto Por Archivo

Por Guadalupe Trigueros Fabeiro

2017-01-12 10:00:00

La fusión internacional entre los dos gigantes cerveceros mundiales (SABMiller y ABInBev) ha venido a restarle a Industrias La Constancia (ILC), el mayor distribuidor y fabricante de cervezas de El Salvador, lo que podría ser el 7% del mercado nacional, en este rubro.
La Superintendencia de Competencia (SC) ha resuelto que para autorizar la operación de fusión de ambos monstruos mundiales en el país, estos deben deshacerse de una parte de su portafolio de marcas de cervezas y, en este caso, el ente regulador ha anunciado que serán Suprema y Regia Extra.
¿Por qué Suprema o Regia pagan el pato?  La SC ha vedado estos detalles en su resolución, pero, según los datos de La Constancia, revelados  en mayo de  2016 a El Diario de Hoy, Pilsener es la marca #1 entre las cervezas producidas por ILC y  protagoniza casi el 60 % de la cuota de mercado de cervezas de la compañía, a escala nacional. 
Seis de cada 10 cervezas vendidas en el país, son Pílsener. Le sigue Golden, con 25 %, en una relación de tres de cada 10 cervezas. 
Mientras, Suprema les representa entre el 5 y 7 %, para el target “premiun”. Entonces parece lógico perder mejor la Suprema que la Pílsener. 
Suprema figura en el “top five”, pero en el tercer puesto, como una de las favoritas del público en la categoría cerveza, del Top Brand Award que anualmente realiza la Universidad Tecnológica.
Las marcas internacionales distribuidas por ILC y por la competencia tienen del 3 al 4 % del mercado.

Un monopolio
La SC razona que la fusión entre ILCSABMiller y ABInBev prácticamente anula la rivalidad entre las marcas que estos distribuyen o  fabrican y reduce la posibilidad de competir al resto de empresas dedicadas a la cerveza.
Agrega que ambos protagonistas, por ser los mayores del mercado cervecero, tendrían el monopolio del mismo al contar con incentivos para alterar precios y la posibilidad de realizar alzas generalizadas de sus productos.
Incluso, saldrían afectados los propietarios de los negocios que ya consumen de forma exclusiva las marcas de ILC, mientras el resto que ya vende las marcas de cervezas de ambas compañías, perderán por completo su poder de negociación, expone la resolución de la SC.
Por estas y otras consideraciones técnicas, la SC condicionó a ABInBev y a SABMiller presentar un plan de “desinversión” (venta).  AB InBev lo presentó el 1 de diciembre de 2016, y estipula la venta de Regia Extra y Suprema en sus tres presentaciones: Clásica, Roja y Negra, dentro de un plazo 180 días hábiles.  Esta propuesta fue aprobada por la SC   el 7 de diciembre de 2016.
 “De ser necesario, el comprador podrá suscribir un contrato de maquila para la producción de las marcas que adquirirá, y acceder a la red de distribución de ILC durante un período de transición de tres años, que también podrá ser prorrogado una sola vez por otro igual”, reza la resolución de la SC. El comprador de dichas marcas “deberá ser propuesto a la SC y autorizado por ella”. También,  debe ser un tercero independiente de la vendedora. Sólo así se aprobará la fusión de los gigantes cerveceros.