Un grupo de presos se encaramó hoy en el tejado de la Penitenciaria Estatal de Alcaçuz, en el estado brasileño de Río Grande do Norte, donde el sábado fueron asesinados 26 reos, e intercambió amenazas con otros internos.
Con camisas en las cabezas para cubrir los rostros, los prisioneros se subieron a los tejados de diferentes pabellones del presidio con palos, piedras y banderas en las que había siglas de facciones rivales.
En un lado del tejado se situaron integrantes del Primer Comando de la Capital (PCC), la mayor facción del país, y en otro miembros del Sindacto do Crime do RN, ya que ambos clanes se encuentran separados en diferentes alas del presidio.
A pesar de la tensión, el Gobierno de Río Grande do Norte negó el inicio de una nueva rebelión en el centro penitenciario, situado en la región metropolitana de Natal, donde el sábado se registró una matanza supuestamente comandada por el PCC.
Al menos 26 prisioneros fallecieron, la mayoría decapitados o carbonizados, y una decena resultó herida tras un motín que duró 14 horas.
Otra sublevación fue registrada la madrugada del lunes en el Presidio Provisional Professor Raimundo Nonato Fernandes, también localizado en la región metropolitana Natal, pero fue controlado horas más tarde por la policía.