Con más de 200 pruebas de la Fiscalía General en su contra, el expresidente Mauricio Funes, su hijo, Diego Roberto, y la exprimera dama, Vanda Pignato, enfrentarán mañana la audiencia probatoria por presunto enriquecimiento ilícito, misma que marca el fin del juicio civil.
Los tres son procesados por no justificar el origen de $ 727,329.74 de su patrimonio.
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Funes, quien goza de asilo político en Nicaragua, también es investigado por cinco delitos penales que habrían sido cometidos en su administración, entre 2011 y 2015.
Uno de los elementos más fuertes con los que cuenta el Ministerio Público es el supuesto desvío de más de $600,000 que habrían surgido del movimiento “Amigos de Mauricio”, que llevó al exmandatario a la presidencial de la República.
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Según las investigaciones, Funes no declaró en Hacienda esa cantidad, cuando era su obligación hacerlo.
Por otra parte, en el proceso es cuestionado el negocio de compra y venta de vehículos que Diego Roberto dijo que tenía ante la Sección de Probidad de la Corte Suprema de Justicia, pues las autoridades han establecido que este no tenía formas de ingreso.
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