¿Sabes quiénes son los mitómanos?

Conoce más sobre esta mala tendencia que afecta a la persona y a quienes están a su alrededor 

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elsalvador.com

Por Elsalvador.com

2017-01-17 6:00:00

Todos en algún momento de la vida hemos dicho mentiras, en cambio un mitómano lo hace todo el tiempo, sin que exista necesidad y de forma compulsiva , lo cual no es normal.

Los mitómanos son, de acuerdo al psicólogo uruguayo Richard Prieto “personas que se generan un paragolpes para la realidad que viven, que creen que dar una imagen distinta a lo que son les ayudará en algo”.

 “Si yo no me siento cómoda con la persona que soy, creo una realidad alterna”, explica otra psicóloga experta en consejería, Angie González, quien además profundiza en que el mitómano crea un personaje de sí mismo, porque su imagen real no le satisface, le molesta o atormenta.

Otros motivos que conducen a las mentiras son la baja autoestima, deseo de agradar a los demás y de mantener falsas apariencias, inseguridad, miedo y rechazo para enfrentar disgustos o problemas.

Prieto añade que los mitómanos adoptan el hábito de mentir para su vida diaria y que saben cuándo lo que dicen es verdad y cuándo no. 

Además suelen armar su vida en función de falsedades, pero en el momento de desmontar esa ficción se llenan de angustia y vergüenza,  y lo peor de todo, es que afectan su relación con otras personas porque quedan al desnudo y sin excusas.

Mantener una mentira por mucho tiempo y enredarla con otras más, es para los mitómanos una tarea exhausta, que al final les dota de cierta “tranquilidad” al saber que todo está bajo control.

Varios expertos coinciden en que las sociedades en las cuales el éxito y el consumo son valores apreciados, son más propicios para la aparición de mitómanos.

Finalmente no todos los mentirosos pueden ser llamados mitómanos, la diferencia radica en la finalidad que persigue cada uno al decir una mentira.

Características de un mitómano según Carlos E. Climent, psiquiatra de la Universidad de Harvard.

– Es habilidoso para mentir, niega con seguridad y nadie tiene valor de confrontarlo aunque existe la sensación de que ser engañados.

– Aprende a vivir una realidad paralela que puede ser aceptada por su círculo social y familiar.

– Cambia sus historias todo el tiempo, incluso algo que haya sostenido previamente.

– Cuando es cuestionado reacciona de manera abrupta, utiliza mañas para explicar y justificarse. 

– Crea nuevas mentiras y olvida otras de manera consecutiva y se pone en evidencia a sí mismo.

– Saben fingir muy bien, es  manipulador y descarado.

– Exagera en relatos de cualquier cosa.

Para Angie González la rehabilitación de un individuo con este trastorno es posible. “Requiere procesos de terapia que pueden ser largos, puede requerir medicación. Es algo que la persona tiene que manejar en terapia casi toda la vida”, sostiene.

La detección del mitómano no es sencilla, a partir de que la persona cree firmemente en sus propias mentiras. “Estos trastornos hay que trabajarlos con mucho cuidado (…) la persona tiene muchos problemas en la estructura de su personalidad como para poder reconocerse, evaluarse y admitirse tal como es”.

La familia y sus colaterales deben asistir también a las terapias para que comprendan cuál es el proceso y ayuden al rehabilitado a enfrentar la realidad.