Graciela Portillo y María Teresa Chorro apenas tienen 25 años, pero aún así ya establecieron su propia agencia de diseño gráfico, sobrepasando todos los prejuicios sobre la experiencia en el mundo de los negocios.
“Nos decían que estábamos muy jovencitas. No nos creían que ya teníamos una empresa. Pensaban que estábamos jugando, pero tuvimos que demostrarles que sí se puede”, relata María Teresa, una de las fundadoras de Gratt, una agencia de diseño gráfico apoyada por Voces Vitales, una organización que promueve el emprendimiento femenino en el país.
La idea de crear esta pequeña empresa surgió en los pasillos de la Universidad José Matías Delgado. Graciela recuerda que fueron las inspiradoras cátedras del maestro Roberto Palomo y luego las prácticas profesionales las que les motivaron a crear su propia agencia creativa. “Comenzamos con los amigos que tenían otros negocios y poco a poco fuimos sumando clientes”, recuerda.
Gratt elabora el desarrollo del logo de una empresa y todo el branding que requiere para darse a conocer. Pero además crea contenidos, diseña páginas web y las mantiene activas con las comunidades. Y tanto es el trabajo que ahora han tenido que contratar a otras tres chicas de su misma edad.
“Esto es de aventurarse. Nunca se va a estar listo para crear una empresa, pero es importante informarse de la idea que quiero desarrollar”, dijo Graciela como consejo para otros emprendedores.
María Teresa, por su parte, cree que hay que ser pacientes. “Algunos piensan que va a pasar un mes y ya se verán los resultados. Pero no, una idea de negocios hay que nutrirla. Es algo que va poco a poco. Nosotras aún la estamos construyendo. Esto sigue todavía”, afirma.
Y una de las frases que Graciela más recuerda de sus días difíciles es que “Van a haber meses en los que todo va a estar mal, pero siempre tienes que recordar por qué comenzaste”.