Parecería que todos los males de la Selecta pasan hoy por los pies de Nelson Bonilla. Así coinciden varios periodistas, narradores irresponsables y la gran mayoría de la afición que se expresa en redes sociales. Es el nuevo antihéroe azul.
El delantero del Nacional de Portugal (recordar que es una de las ligas más importantes de Europa aunque jugó poco) se ganó un lugar en el fútbol europeo y en la Azul por mérito propio. Nadie le regaló nada. Y el decidió venir desde Europa a la Copa Centroamericana, tras una plática con el presidente de su equipo. En tiempos en que jugadores jóvenes en el país han renunciado a la Selecta, es un buen ejemplo a seguir.