EXPEDICIÓN A SATURNO
La sonda Cassini-Huygens fue lanzada por la NASA en 1997. Su misión es considerada una de las más exitosas de la agencia espacial estadounidense, que desarrolla el proyecto en conjunto con la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial Italiana (ASI).
La nave no tripulada ingresó en la órbita de Saturno en 2004, pero este año completará la última etapa de su expedición y llegará a su final.
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“La lista de descubrimientos y detalles recogidos por la misión es asombrosa: desde los huracanes gigantes en los polos del planeta de los anillos a los géiseres en erupción en la helada luna Encélado o las lluvias, ríos y mares en el mayor satélite del planeta: Titán”, detalla un artículo publicado por el Foro Económico Mundial.
Para este año se prevé que la Cassini-Huygens realice más de 20 incursiones en el cordón exterior del sistema de anillos del segundo planeta más grande del sistema solar.
“Tenemos dos instrumentos que pueden tomar muestras de partículas y gases a medida que cruzamos el plano de los anillos, así que en cierta medida Cassini también está ‘pastando’ sobre ellos”, explicó Linda Spilker, una de las científicas del proyecto.
Cuando fue lanzada, la Cassini-Huygens medía casi 7 metros de longitud y más de cuatro metros de diámetro. En diciembre de 2005, la sonda Huygens se separó de la nave Cassini.
Esta ha sido la primera nave en orbitar Saturno y el cuarto artefacto espacial humano que lo visita.
En abril, Cassini empezará a hacer inmersiones constantes en la brecha que existe entre el planeta y sus anillos.
“Finalmente, el 15 de septiembre, la sonda pondrá fin a su misión al sumergirse en la atmósfera de Saturno: una ‘muerte’ diseñada para evitar que se estrelle contra lunas potencialmente habitables y las contamine con cualquier organismo de la Tierra que haya podido colarse a bordo al inicio de su viaje cósmico”, concluye el artículo.
EL COHETE QUE TRANSPORTARÁ SATÉLITES… Y QUIZÁ TURISTAS
Es uno de los proyectos de Elon Musk, el creador del primer automóvil eléctrico viable para producción en la era moderna, el Tesla Roadster.
El Falcon Heavy es un cohete diseñado para poner en órbita cargas pesadas, como satélites comerciales y militares, y posiblemente, algún día, una nave espacial tripulada.
“Falcon Heavy fue diseñado desde el principio para transportar humanos al espacio, y restaura la posibilidad de misiones de vuelo con tripulación a la Luna o a Marte”, señala el sitio web de Space X, la empresa que desarrolla el proyecto.
El vuelo inaugural del cohete ha sido pospuesto ya varias veces, pero la compañía de Musk, SpaceX, continúa trabajando para hacerlo funcionar este año.
El lanzamiento de prueba podría realizarse desde el Centro Espacial Kennedy, en Florida, o desde la base de la Fuerza Aérea de Vandenberg, California.
Los repetidos atrasos en la puesta en funcionamiento del Falcon Heavy han hecho que algunos clientes comerciales de la empresa busquen otras alternativas para los lanzamientos de satélites que tienen programados para los próximos años.
Pero si Space X logra su objetivo, veremos cómo este cohete de 70 metros de altura alza vuelo este año.
UN AUTO MÁS VELOZ QUE UNA BALA
El proyecto Bloodhound tiene como objetivo romper el actual récord de velocidad sobre suelo, que es de 1,229.8 kilómetros por hora. Para ello ha diseñado un vehículo que es una mezcla de avión de combate, auto de fórmula uno y cohete espacial.
El Bloodhound SSC(Super Sonic Car) está programado para sus primeras pruebas en el aeropuerto de Newquay, en Reino Unido, en julio del presente año. Y después en Hakskeen Pan, Sudáfrica, en el segundo semestre del año.
El equipo encargado del proyecto tiene la meta de acelerar este bólido hasta 1,287 km/h (800 m/h) para batir el récord vigente desde hace 19 años.
La marca data desde el 15 de octubre de 1997, cuando el Thrust SSC rompió la barrera del sonido en Black Rock, una zona desértica de Nevada, Estados Unidos.
El proyecto Boodhound surgió 10 años después, financiado por diversas organizaciones como las universidades de Swansea y del Oeste de Inglaterra, ambas en el Reino Unido.
El vehículo mide 13.5 metros de largo y cuenta con 135,000 caballos de fuerza, gracias a un motor prototipo Rolls Royce para jets de combate.
“Si tiene éxito, (el vehículo) viajará más rápido que la bala de una Magnum .375”, destaca un artículo del diario The Telegraph.