Padres venden sus pertenencias para salvar a su hijo con daño renal

Leonel Menjívar padece Insuficiencia Renal Crónica (IRC), desde enero de 2016, el joven nunca ha dejado que esta enfermedad le quebrante su fe y esperanza.

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Leo tiene fe que se convertirá en doctor para ayudar a las personas de escasos recursos económicos que necesiten tratamiento médico.

/ Foto Por Cortesía

Por Ricardo Guevara

2017-01-20 1:50:00

Leonel es un joven, de 18 años, residente en San Pedro Masahuat, departamento de La Paz, es el mayor de dos hermanas gemelas.

Desde que era niño siempre se inclinó por jugar al fútbol, en su tiempo libre practicaba este deporte, acompañado de sus amigos y compañeros de estudios.  

Gracias a su habilidad y destreza, logro destacar en la posición de defensa central, y fue llamado para participar en las escuelas deportivas de Fundación Educando a un Salvadoreño (Fesa). La vida parecía que le sonreía a este joven deportista hasta que empezó a padecer diferentes problemas de salud.

“Cuando llegaba de entrenar, empezaba a quejarse de muchos dolores de cabeza, cansancio extremo y a veces náuseas. Al principio, creíamos que era por la rutina de ejercicios, pero la situación se volvió frecuente por lo que lo llevamos a la unidad de salud del pueblo, en donde le practicaron varios exámenes y lo remitieron al hospital Rosales”, narró María Luisa Henríquez, madre del joven.

A partir de entonces, inició un calvario, que ha sido difícil de llevar por parte de los padres de Leo; mientras el padre trabaja como motorista, la madre del adolescente, elaboraba y vendía tamales para mantener a la familia.

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Un diagnóstico difícil de aceptar

Luego de otros exámenes clínicos, y de esperar varios días para poder realizarlos y obtener los resultados, fue diagnosticado con Insuficiencia Renal Crónica, una enfermedad que se caracteriza por la pérdida progresiva e irreversible de las funciones de los riñones, siendo necesario someterse a constantes tratamientos de diálisis o hemodiálisis para purificar el organismo.

En enero de 2016, a pesar del estado grave del adolescente, quien había empezado a inflamarse, en el hospital Rosales no recibió ningún tratamiento; según los padres porque no existían cupos disponibles para someterlo al tratamiento.

En el servicio de Nefrología de ese hospital se atiende, un promedio de, 873 pacientes en los diferentes programas. Distribuidos así: 240 en hemodiálisis, 93 en diálisis peritoneo continua ambulatoria, 180 en diálisis peritoneo automatizada y 360 en diálisis peritoneo intermitente, según datos de finales del año pasado.

También, cada mes el hospital recibe de 40 a 50 casos nuevos de pacientes renales, que deben buscar cupo en los programas del servicio de Nefrología.

“Nosotros somos personas trabajadoras que hemos hecho muchos sacrificios para mantener a nuestros hijos, y continuamos trabajando incansablemente para brindarle las diálisis a nuestro Leo”, dijo Carlos Menjívar, quien agradece a las personas e instituciones que les han ayudado para mantener viva la esperanza y fe en la recuperación de su hijo.

La fuerza y tenacidad, por cumplir con el tratamiento, ha hecho que los padres vendan poco a poco varias pertenencias personales, como las bicicletas de sus hijas, roperos y otros bienes, incluso existe la posibilidad de que vendan su casa. Además, ya han adquirido varias deudas para solventar parte de los gastos en los que incurren cada semana en el pago del tratamiento.

“Yo le pido a mis padres que no se preocupen, ya que cuando me cure de la enfermedad, primero Dios, me voy a ir a trabajar a Estados Unidos para pagar todas las deudas que han adquirido”, dijo Leo, quien no pierde la fe en Dios de que personas altruistas les ayuden con el tratamiento.

“Yo le pido a mis padres que no se preocupen, ya que cuando me cure de la enfermedad, primero Dios, me voy a ir a trabajar a Estados Unidos para pagar todas las deudas que han adquirido”, dijo Leo, quien no pierde la fe en Dios de que personas altruistas les ayuden con el tratamiento.

Según los padres del joven, actualmente cada semana debe someterse a dos sesiones de hemodiálisis, y cada una tiene un costo de $150 dólares. En el mes son 8 en total y tienen un costo de $1,200 dólares.

“Nosotros estamos endeudas con muchas personas, y estamos dispuestos a cualquier sacrificio por nuestro hijo. Incluso hemos organizado, junto a familiares y amigos, campañas para recaudar fondos, subiéndonos a los buses a pedir y con partidos de fútbol benéficos”, explicó el padre del muchacho.

“Nosotros vamos sobreviviendo gracias a la misericordia de Dios, ya que hay veces que no tenemos ni un dólar para el tratamiento, pero siempre hay personas que están dispuestas a colaborar y solventamos la situación. Dios nunca desampara a sus hijos”, afirma con mucha fe y esperanza la madre de Leonel.

Como ayudarlo

Si está interesado en ayudar a cumplir los sueños de Leonel, puede hacer su depósito a la cuenta del Banco Agrícola 003020478579 a nombre de Carlos Alberto Menjívar, padre del joven, o puede comunicarse a los teléfonos 7085-0856 o al 7954-4449. También puede visitar la página de Facebook Ayudemos a Leo“.