Don Bosco pastor y educador de la juventud

Ante tantas situaciones por las que pasaba la juventud, Don Bosco no se quedó indiferente y se dedicó a buscar respuestas nuevas.  Fundó talleres y escuelas, oratorios e innumerables obras a favor de la juventud.

descripción de la imagen

Los derechohabientes hacen largas colas en diferentes farmacias del ISSS, con la esperanza de que les despachen los medicamentos recetados, pero muchos tienen que irse solo con la receta, ante el desabastecimiento. 

/ Foto Por Archivo

Por ??scar Rodríguez Blanco, s, d, b,*

2017-01-21 5:52:00

Se ha iniciado un nuevo año escolar. Educadores, educandos y padres de familia apuestan ilusionados por un futuro mejor. Educar es una noble, fascinante y sacrificada misión que ofrece grandes oportunidades de superación personal.

Entre los grandes educadores que ha tenido la humanidad se encuentra Don Bosco, fundador de la Congregación Salesiana. Su fiesta se celebrará el 31 de enero. La memoria de este gran pastor y educador está en el corazón y mente del pueblo cristiano. Tenía una profunda convicción: “La felicidad y progreso de una nación, depende de la sana educación de la juventud”. En la plenitud de su vida decía “Me basta que sean jóvenes para amarlos… La dulzura en el hablar, en el obrar y en reprender, lo gana todo y a todos”. Su aguda inteligencia y profunda espiritualidad le llevaron a crear un sistema educativo que sigue siendo válido y actual en el mundo entero. 

Los salesianos llevan 119 años sirviendo a la nación con una variada oferta educativa. La Congregación, presente en 132 naciones, trabaja en todas ellas con los mismos principios y criterios del fundador. La razón, la religión y el amor, nos dice el Padre Pascual Chávez, “son hoy, más que ayer, elementos indispensables para la acción educativa y fermentos preciosos para dar vida a una sociedad más humana, en respuesta a las expectativas de las nuevas generaciones”. Entre la praxis educativa de Don Bosco, nos dice el Papa Francisco, se colocan otros rasgos como son un ambiente de familia, presencia del educador como padre, maestro y amigo del joven, expresado en la asistencia; clima de alegría y de fiesta; amplio espacio dado al canto, a la música y al teatro; importancia del juego, del patio de recreación, de los paseos y del deporte.

Don Bosco supo crear una numerosa familia de seguidores que forman un conjunto de institutos, congregaciones y asociaciones que en una pluralidad de trabajos educativo pastorales tienen en común una espiritualidad, un carisma y un solo sistema educativo para formar buenos cristianos y honrados ciudadanos capaces de ser útiles a Dios y a la patria. 

Después de 202 años desde que naciera Don Bosco, nos preguntamos ¿dónde está el origen, el punto de partida de su vocación, de su amor por la juventud, de la solidez de sus enseñanzas? Naturalmente que su vocación ha sido un regalo de Dios a la iglesia y a su congregación; pero, no podemos ignorar su primera experiencia en familia. Huérfano de padre desde muy pequeño, su madre Margarita le ayudó a cultivar lo que él ya llevaba en su corazón “hacer el bien a la juventud”. De joven sacerdote vio y observó la situación por la que pasaban los jóvenes en las cárceles de Turín, le partía el corazón ver a niños huérfanos vagando por las calles, ver los trabajos a los que eran sometidos los niños y jóvenes que limpiaban las chimeneas de casas y edificios, ver cómo los adultos los explotaban y humillaban, y, sobre todo, sin conocer a Dios. 

Ante tantas situaciones por las que pasaba la juventud, Don Bosco no se quedó indiferente y se dedicó a buscar respuestas nuevas. Fundó talleres y escuelas, oratorios e innumerables obras a favor de la juventud. En nuestros días poblaciones enteras, provincias, parques, calles, teatros, museos, misiones escuelas y universidades, honran su memoria llevando su nombre. 

*Sacerdote salesiano