Un verdadero espectáculo de la naturaleza tuvo lugar en una zona boscosa en Australia. Un tornado se erigió con fuerza en medio de un incendio de arbustos.
Con vientos que corrían a más de 150 kilómetros por hora, el tornado abrazó las llamas que luego quedaron sofocadas por la arena que levantó. Expertos aseguran que esto se produce cuando una columna de aire caliente y ascendente entra en contacto con un fuego en el suelo.
Según publica el Daily Mail, el experto Neil Burrows, del Departamento de Parques y Vida Silvestre WA, dijo que que las condiciones secas y ventosas propiciaron el fenómeno.
“Lo que sucede es que el fuego crea suficiente energía para impulsar columnas de aire rápidamente hacia la atmósfera y, a medida que estas columnas de aire ascienden a la atmósfera, el viento o un obstáculo pueden hacer que giren, un poco como un tornado o un huracán”, explicó Burrows.