USULUTÁN. El paro de labores que empleados del departamento de aseo de la comuna usuluteca mantenían desde el lunes pasado y que provocó que las calles de la cabecera se inundaran de basura, fue levantado la tarde del miércoles y con ello, las vías atestadas de desechos fueron aseadas.
Los empleados reclamaban el pago del aumento de 30 dólares a sus salarios a las autoridades edilicias, quienes según los quejosos, habían llegado a ese acuerdo en 2016.
Decidieron dejar de recoger la basura ante la posibilidad que el aumento no fuera general, sino para quienes menos salario perciben.
La situación provocó que las calles de barrios y colonias lucieran desde el lunes hasta la tarde de miércoles, repletas de basura, aunque el mayor problema se registró en la calle antigua a Santa María, en la salida de la cabecera.
En el lugar, los ciudadanos acostumbran depositar la basura y un camión recolector la recoge, pero ante el paro, la acumulación de desechos fue tan grande que obligó al cierre del paso vehicular y a la preocupación de los vecinos y de las autoridades de la Unidad Ambiental de la comuna, por una posible contaminación en la zona.
Sin embargo, el paro fue levantado por los trabajadores, quienes aseguran que les han prometido el aumento de 30 dólares y será para todos los trabajadores municipales, aunque eso será definido hasta la próxima semana.
Presupuesto
El aumento pasa por la aprobación del presupuesto para este año, que según varios concejales está “inflado”, pues el edil Miguel Jaime pretende que sea de 11 millones de dólares, que están muy por encima de los siete millones con los que han funcionado.
Vecinos aseguran que esperan que el paro no se repita, pues al final los afectados son ciudadanos que pagan impuestos.
Aseguran que para ellos, lo de menos es lo que motivó el paro, pues son cosas que deben solventarse entre autoridades edilicias y trabajadores, sin que el pueblo sufra las consecuencias.
En mayo de 2016, el municipio enfrentó problemas con la recolección de basura, al punto que hubo zonas que pasaron hasta ocho días sin el servicio en sus colonias.
En su momento, las autoridades justificaron el problema, asegurando que desde que recibieron la comuna los camiones recolectores estaban en mal estado.