El Instituto Nacional Técnico Industrial (INTI) está en saldo rojo y necesita desesperadamente un salvavidas para salir a flote, y poder continuar cumpliendo su misión de formar profesionales de alto nivel para ese campo.
Si bien la institución educativa pública no es la única del país que actualmente tienen problemas de financiamiento, sí es una de las que se ha visto más afectadas.
El profesor Óscar Melara, director del INTI, sostiene que en este momento no tienen para comprar materiales y equipo elemental para la enseñanza. Eso es resultado de que el Ministerio de Educación (Mined) les recortó el presupuesto de funcionamiento y aún les adeuda una parte de lo que les asignó el año anterior.
El educador explicó, el martes pasado, que hasta 2015 el instituto había recibido $90 mil bajo ese concepto, por lo cual el año pasado hicieron su presupuesto a partir de esa cifra.
Sin embargo, en 2016 sólo les desembolsaron en la cuenta bancaria del Consejo Directivo Escolar $33 mil. Y el desembolso fue en septiembre.
Explicó, que a pesar de que ese año le firmaron al Mined dos recibos más que hacen un total de $17 mil, a la fecha ese monto no se ha hecho efectivo. De ese dinero ellos tienen que pagar cerca de $8,200 a proveedores, y la diferencia, que rondan unos $9,000, servirá para comprar recursos del área académica y técnica, así como otros para el área administrativa.
Para este año la situación del INTI se pinta más complicada, pues de acuerdo con el director, recientemente un grupo de colegas del circuito zona centro fueron convocados a una reunión en la que les comunicaron que el presupuesto 2017 lo tienen que preparar a partir de lo que les entregaron en recibos durante el anterior. Eso implica que a ellos únicamente les tocará $50 mil.
Melara, quien también es miembro del Consejo de Directores de Institutos Nacionales (Codines), manifestó que de otras instituciones se han quejado por recortes de 30 %, 40 % y 50 %.
En la actualidad el INTI cuenta con 80 profesores y una matrícula de 1,300 estudiantes, una población que, según testimonio del director, se ha mantenido en los últimos cuatro años por lo que descarta que el recorte al presupuesto esté asociado con una disminución de estudiantes.
“No hemos podido entregar a los docentes plumones para que impartan clases, borradores; no hemos podido preparar los listados de asistencia porque no tenemos papel bond ni tinta, pues el que se tenía de reserva se utilizó para imprimir las mil solicitudes que entregamos entre noviembre y diciembre, más toda la papelería que implica la matrícula”, apuntó.
De acuerdo con las cuentas de esa institución, en la compra de plumones que los docentes utilizan durante los cuatro periodos de clase se invierte $1,600. Sin embargo, esa cifra se queda corta cuando se habla de las necesidades que tienen en los diferentes talleres, el registro académico y el mantenimiento diario.
“Cuando nosotros consultamos, lo que nos dicen es que no hay más dinero por la crisis económica del país”, citó el profesor Melara, quien considera que el Mined debería de hacer esfuerzos por entregarles el dinero del presupuesto de funcionamiento en febrero y en junio. Además, hacer gestiones en la Asamblea Legislativa para que los centros educativos queden exentos de pagar el IVA.
La realidad que hoy vive el instituto pone cortapisas a la misión de largo alcance que le establecieron cuando nació hace 61 años: ayudar a que el país diera el salto del área agrícola a la agroindustrial, y luego a la industrial.
Y aún pese a estas necesidades el director defiende que los estudiantes que gradúan son capaces de fabricar diferentes máquinas que se utilizan en los procesos productivos agrícolas, industriales y en el área de servicios.
El director sostiene que no se han cruzado de brazos y en coordinación con dos grupos de ex alumnos, que se han mostrado preocupados por el futuro del centro educativo , están enviando correspondencia a instituciones con miras a obtener donativos de chatarras o equipos nuevos.
De igual forma, la administración del INTI se ha dado a la tarea de aplicar a programas que forman parte de iniciativas como Fomilenio II y el Plan de Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte.
Otro de los centros que el año pasado sufrió recorte de presupuesto de operación por parte del Mined fue el Instituto Nacional de Apopa (INA). A ellos les restaron $7 mil.
“Antes teníamos casi $73 mil de funcionamiento. Lo que pasa es que del año antepasado al año pasado hubo una reducción, y esperamos que eso no vaya a seguir dando porque entonces si nos vamos a meter en un problema”, aseveró el director del INA, Pedro Rodríguez.
El INA tienen una matrícula de 1,490 estudiantes, con expectativas de que crezca más en los próximos días.
Rodríguez sostiene que hasta el momento él, a diferencia de Melara, no ha recibido ninguna orientación que indique que le van a disminuir más los fondos. Así que para este año han presentado un presupuesto de $62 mil para funcionamiento y de $138 mil para pago de salarios.
Rodríguez confirmó que “este año el problema que tenemos es que todavía no nos han transferido la segunda entrega del año pasado. Estamos en una situación bastante complicada para el inicio, porque no hay material didáctico, que es lo que más está afectando”.
Esta institución tiene pendiente de cubrir, además del material didáctico, la compra de recursos para la reparación de mobiliario escolar, la adquisición de luminarias para las aulas, el mantenimiento de los sanitarios y el pago de servicios.
No obstante, David Ávalos, uno de los conserjes del centro educativo, explicó que también requieren hacer reparaciones del techo del taller de electrónica.
En el área de tecnologías el licenciado Ernesto Rosales, coordinador de Informática, sostuvo que en su aula tienen 6 computadoras que necesitan reparación y otras 8 en el Centro de Recursos para el Aprendizaje (CRA). A eso suma que requieren comprar 25 máquinas de gran capacidad para que puedan ser utilizadas por los estudiantes de 3o. año de la modalidad de Desarrollo de Software.
En el Instituto Nacional Francisco Menéndez (INFRAMEN), que ha iniciado año con 2,400 alumnos, esperan que el monto que Educación les desembolse este año en concepto de presupuesto de funcionamiento sea similar al de un año atrás, esto porque no han tenido reducción de estudiantes.
Hugo Canjura, director del INFRAMEN, de igual forma se muestra confiado de que les hagan efectivo los cerca de $5,000 que aún les adeudan de presupuesto de funcionamiento del año pasado.
Canjura, igual que el resto de directores de centros públicos, aplaudirían que les aumenten los fondos y que les fueran asignados en tiempo, pero en vista de que no es así hace gestiones con otras instituciones para obtener distintos recursos.