Los decretos de Donald Trump sobre controles a la inmigración y su anuncio de imponer aranceles a las importaciones de México preocupan a muchos en la región.
Trump ha amenazado con detener o imponer impuestos a las transferencias de efectivo —las remesas— desde Estados Unidos a México.
La principal fuente de ingresos de México son las remesas que envían sus ciudadanos, un rubro que supera incluso lo que la nación gana por la exportación de petróleo. Entre enero y noviembre de 2016, 24.600 millones de dólares llegaron a los bolsillos de los mexicanos, enviados por familiares y amigos viviendo en el extranjero, según el banco central de México.
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El gobierno de Trump también podría obligar a que los inmigrantes comprueben su estatus legal en EE.UU. para que puedan enviar dinero.
El canciller de Guatemala —el segundo país en la región que más dinero recibe de sus ciudadanos en EE.UU.— dice que las remesas son “lo que tiene al país con una paz social” porque representan aproximadamente el 40 % de los ingresos para casi el 90 % de la población guatemalteca.
Según un reporte del Centro de Investigación Pew con datos de 2015 del Banco Mundial, Guatemala recibió 5.891 millones de dólares en remesas de EE.UU.
Mientras en El Salvador se recibió en 2016 una histórica cifra de $4,576 millones en remesas familiares que significan $306 millones más de lo que obtuvieron en 2015, según reportó el Banco Central de Reserva (BCR).
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A nivel mundial, un estimado de 582.000 millones de dólares fueron enviados por inmigrantes en EE.UU. a sus países de origen en 2015, según Pew.
Estos son los países de la región que más dinero reciben por concepto de las remesas enviadas desde inmigrantes en EE.UU.
( Fuente: Centro de Investigación Pew. Datos de 2015)
Con información de CNN