Entre tomas y empachos, un niño puede perder la vida

La medicación de antibióticos en menores que padecen de enfermedades diarreicas puede causar daños en órganos  como hígado, riñón y el cerebro.

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El mejor tratamiento para las enfermedades diarreicas es mantenerse hidratado.

/ Foto Por Archivo

Por Violeta Rivas

2017-01-02 4:25:00

El tiempo que se tarda en dar atención médica a un infante es decisivo, ya que se corre el riesgo de caer en un caso de deshidratación grave que cause daño en órganos vitales.

La doctora Lourdes Dueñas de Chicas explicó que con los tratamientos que realizan los “curanderos o sobadores” empeoran los síntomas de la enfermedad debido a que algunos suministran “tomas” que llevan bismuto, un químico que tiende acidifica la sangre y puede dañar los órganos, entre ellos el hígado, bazo, riñón y cerebro, y puede provocar sangrados; lo anterior es lo que ocasiona que el paciente llegue en estado complicado a los hospitales.

Además las “sobadas” pueden causar sangrado intracraneales en los niños pequeños y si les soban el abdomen pueden causarles una obstrucción o una perforación intestinal; por eso cuando los padres los llevan a la consulta y el niño fallecen, los progenitores creen que fue culpa del hospital, y no es así, fue a causa del sobador, manifestó la especialista.

Otras acciones de los padres es que erróneamente para hidratar al niño les dan bebidas carbonatadas, agua mineral con limón y sal, les dan de comer galletas saladas, esto ocasiona que tenga mayor dolor abdominal y más diarrea; las bebida azucaradas hacen que de más diarrea porque hace que se jale el agua del intestino, las heces se ponen ácidas y producen quemadura, ocasionando pañalitis.

Lo ideal para estos pacientes son las sales de rehidratación que proporciona el sistema de salud o en dado caso no haya acceso a estas sales se pueda hidratar al niño con agua de arroz.

Dueñas de Chicas agregó que la principal causa de diarrea en niños son las enfermedades virales, ya que hay más de 100 virus que pueden causarla.

Antes la principal causa era el rotavirus. Pero existen otros como el Norwalk y el Coronavirus, que son causantes de diarrea, y en los niños la problemática se vuelve preocupante cuando hay diarrea acompañada de vómitos, porque es difícil hidratarlo.

En este caso al menor cada vez que evacue se le tiene que dar sales de rehidratación para que no llegue a un grado en el cual se complique el caso y muera.

La presidenta del Comité de Vigilancia del Uso de Antibióticos en el Hospital Militar Central, Carmen Elena Albanez, contó que a su consultorio han llegado adultos que le han narrado que llevaron a sus hijos los sobadores o curanderos. A los infantes les pasan por el cuerpo un “huevo” o les dieron tratamientos a base de la planta de ruda o aceite de ricino, cuando el diagnóstico del curandero fue “empacho”.

La infectóloga Albanez manifestó que son los niños los que más son tratados por sobadores, en comparación a los adultos; y que este fenómeno se da más en el área rural.

Albanez advierte que la mayoría de los pacientes fallecen por la deshidratación ocasionada por la diarrea infecciosa, y que la causa del fallecimiento no se debe al proceso infeccioso que se desencadena, sino a los altos niveles de deshidratación por la pérdida de agua, electrolitos (sodio, cloro, potasio, bicarbonato) tanto en la diarrea como en los vómitos.

En el caso de que se trate de una gastroenteritis, el paciente presenta aumento del número de evacuaciones , precedido o acompañado de náusea y vómitos, las cuales en ocasiones presentan fiebre, malestar general acompañado de deshidratación.