Cae la noche, pero en el cielo, no hay nada que nos ilumine.
Este escenario, ha llenado de preguntas y miedos a muchas civilizaciones. ¿Qué? sería de nosotros sin el brillo de la Luna? La especie humana y nuestro planeta podrían sufrir grandes cambios. Aquí te los contamos.
Muchas son las hipótesis y teorías con respecto a la creación de nuestro satélite. Ya sea porque un astro quedó capturado en la órbita, o porque una masa salió expulsada de la Tierra después de una colisión con un gran cuerpo celeste, la Luna existe desde que la Tierra estaba empezando a formarse. Ambas fueron creciendo la una con la otra, es por eso que, la Luna fue y es esencial para la evolución de la vida.
Las mareas
Si la Luna no existiera, el primer impacto se vería en la marea de los océanos. La gravedad de la Luna atrae el agua, por lo que se originan las subidas y bajadas del nivel del mar. Es por eso que, sin Luna, las mareas de los océanos serían mucho más bajas. Si la Luna desapareciera, estas se reducirían de casi dos tercios.
Según la revista Muy Interesante, en sus inicios, la Luna provocaba mareas de 9 metros, puesto que se encontraba más cerca de nuestro planeta. Aderin-Pocock , experta en el tema, afirma en un documental de la BBC que, si el satélite estuviera 20 veces más cerca, las mareas destruirían ciudades enteras de la talla de Nueva York o Londres.
Ciclos de vida
La luna juega un rol esencial en el equilibrio de los ecosistemas de nuestro planeta. Provoca corrientes que son necesarias para el desarrollo de la vida marina. Pero su impacto no es solo en el océano.
Todos hemos escuchado hablar de los efectos de la luna llena. Existen varias teorías con respecto a la manera en la que afecta el comportamiento de los seres vivos esa noche de brillo intenso. Aunque quizás no transforme a seres humanos en hombres lobos, la ciencia ha podido comprobar algunos de sus efectos.
Muchos animales, son más fértiles y ruidosos la noche de luna llena. Es el caso de algunos tipos de corales, por ejemplo, como la especie Diploria strigosa. Esa noche, los corales de la costa de Australia, expulsan cantidades espectaculares de esperma y huevos, y de forma sincronizada. La Luna llena, regula su ciclo de fertilización.
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Rotación
La Tierra rota cada 24 horas, sin embargo, no siempre fue así. Hace miles de millones de años, la rotación de la Tierra se hacía en 5 horas. La Luna fue responsable de ralentizar este proceso. Es por esto que hoy, el día dura más. Si la Luna no existiera, los días serían más cortos, los años con más días, y la esperanza de vida caería considerablemente. Según el sitio Ecología Verde, una persona promedio viviría tan solo 25 años.
La rotación también tendría consecuencias en la estabilidad del clima. Hoy, el eje de la Tierra gira en un ángulo regular de 23 grados. Si este ángulo se modificara, el equilibrio en el planeta sería historia.
Las estaciones, tal y como las conocemos, no existirían, y la ubicación de nuestras superficies cambiarían drásticamente. Los vientos serían violentos, habría mucho más oxígeno y el campo magnético sería más fuerte.
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La realidad, es que esto puede llegar a suceder. No ahora, pero si en unos cuantos millones de años. No porque la Luna pueda desaparecer de un día al otro, sino porque cada vez, está más lejos. Cada año, la Luna se distancia de 3,78 cm de la Tierra. Mientras más se aleja, la rotación del planeta se hace más lenta y por ende, los efectos de la Luna, menos leves.
Y como un trompo, si este gira lento, se desestabiliza fácilmente.
Todavía no se sabe si los seres humanos dejaríamos de existir sin el satélite que inspira a soñadores y poetas. Sin embargo, hay algo de lo que podemos estar seguros. La vida en la Tierra, sería muy diferente sin nuestra genuina Luna.