En el duelo que Motagua empató 2-2 con Olimpia un aficionado entró a la cancha con pelota incluida y sin camisa. Mientras un jugador de Olimpia se encarga de hundir el balón, el espontáneo en cuestión decidió también disparar.
¿Y el árbitro? Bien gracias ¿Y los dispositivos de seguridad del estadio? Igual. Un desastre, pero una comedia ligera también.