Formó parte de aquel emblemático Independiente de finales de la década de los 70 y 80 que en plena época del conflicto armado jugaba en el recordado Estadio Centenario de la ciudad vicentina.
Como todo defensor central, Moreno se destacó por ser muy aplicado en la marca de los atacantes rivales y si bien no fue un jugador muy mediático, su trabajo en la zona defensiva del Independiente siempre resultó ser notable. Fue un jugador muy rendidor.
“Era la época de los “Mandingo” Rivas, Yin González (ambos de grata recordación), de Gustavo Lotario Guerrero, del “Carlanga” Rivera, de Edwin Archila, del “Primitivo” Maradiaga y Julio de la O, entre otros”, recordó Moreno.
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Agregó que era una plantilla de jugadores muy reconocidos y talentosos en el fútbol nacional, pues eran capaces de complicar al más pintado rival de la época, llámese este Alianza, FAS, Águila, Atlético Marte y Luis Ángel Firpo, para mencionar algunos. “Contra esos equipos protagonizamos memorables tardes futbolísticas que hicieron felices a los aficionados de San Vicente”, recordó.
Con los “Fantasmas del Jíboa”, como también se le conoce al conjunto vicentino, Moreno jugó cuatro años, tiempo durante el cual lograron dos subcampeonatos nacionales en 1982 y 1983. Uno lo perdieron según recordó ante FAS y el otro ante Atlético Marte del Cacho Meléndez, de Ragazzone, Mauricio Perla, Danilo Blanco y William Rosales.
Ya en su última etapa con el equipo “camotero”, alternó con otros jugadores como Dagoberto Medrano, Hugo Ottensen, Chus González, Flecha Paredes , Quino Valerncia y Arnulfo Cabrera con quienes alcanzaron algunas semifinales sin haber conquistado un título.
“Recuerdo que la mayoría de jugadores residíamos en San Salvador y hubo una época en que debido a la situación de guerra que se vivía en el país, el equipo entrenaba bastante en la capital, específicamente en la Escuela Militar”, dijo.
Si bien sus mejores años y resultados los obtuvo con el Independiente, los inicios de Moreno se remontan a allá por 1975-76 cuando se dio a conocer en la Liga Mayor con el Antel, donde además figuraban Jorge “Mágico” González, Norberto “El Pajarito” Huezo y Herbert Machón entre otros que con el paso de los años serían destacados futbolistas dentro y fuera del país.
“Cuando comencé a jugar en Antel lo hacía como delantero, pero con el paso de los días pasé a jugar como volante y luego en la defensa posición en la que finalicé mi carrera futbolística, de la cual solo lamento el no haber podido coronarnos campeones”, manifestó.
Según recuerda en el campeonato 1978-79 con Antel lograron terminar la primera vuelta invictos. Para entonces recuerda que el equipo pasó a llamarse Independiente y ello abrió las puertas a otros jugadores como la “Mica” González, Michelle y el “Peche” Mejía.
¿Qué hace?
Una vez que tomó la decisión de retirarse del fútbol en 1983, Henry Romero, quien ostenta el título de contador se dedicó a trabajar en su área en la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” UCA y estaba al pendiente de sus padres, por lo que no rondaba en su cabeza la idea de emigrar del país.
“Me retire del fútbol a los 30 años y lo hice un tanto frustrado por el hecho de no haber logrado el título en las dos temporadas en que estuvimos cerca de concretarlo, esto me desmotivó a seguir jugando”, evocó sobre ese momento.
Explica que en el año 2000 sus padres fallecieron y como algunos de sus hermanos ya residían en los Estados Unidos, fue que tomó la decisión de abandonar el país y desde entonces reside junto a su familia en la ciudad neoyorquina, donde labora en una fábrica en la que diseñan y elaboran todo tipo de álbumes, lo cual le ha permitido ganarse la vida en una de las ciudades más cara de ese país.
“Nueva York es una ciudad muy cara, un apartamento fácilmente cuesta $1,200 y el nivel de vida en sí es muy alto, pero igual la ciudad ofrece muchas oportunidades para las personas que llegan con el objetivo de trabajar”, comentó.
El pasado mes de diciembre Henry Moreno llegó al país para pasar las fiestas de fin de año en familia, pero en los primeros días de enero regresaron.