Los ‘rossoneri’ comenzaron bien el choque, pero poco a poco los locales se fueron adueñando del terreno. El primer aviso fue en el minuto tres, cuando una mala salida de Donnarumma casi provoca el 1-0 de Belotti. Pero el ‘gallo’ siempre tiene una cita con el gol. Tras una gran jugada de Iago Falqué, en la que se va de Calabria y Bonaventura como en un videojuego, Belotti batió al meta del Milan frente al área pequeña.
Cuatro minutos después, Benassi puso más tierra de por medio y anotó el 2-0 de tacón. Y Ljajic pudo aumentar la brecha de penalti, pero la atajó Gigio. En ese momento, el Toro psicológicamente desconectó. Los de Montella reaccionaron en ese último tramo, pero el reloj iba en su contra.
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Ya en la segunda parte, los ‘rossoneri’ salieron con lanzados al ataque por los extremos, querían pelear el partido. Los de Mihajlovic estaban rotos y en 15 minutos el Milan invirtió los papeles.
Primero, con un gol fantasma de Bertolacci y, poco después, con un penalti que convirtió Bacca. Ljajic y Falqué intentaron remontar, pero fue insuficiente para un equipo roto. Gracias al empate, el Milan de Montella puede seguir soñando con Europa.