Un rasgo distintivo de esta Selecta de Eduardo Lara es una saludable actitud ofensiva. Desde el partido con Costa Rica y en el muy buen primer tiempo de este domingo, El Salvador buscó con insistencia el arco rival con dos delanteros definidos. Y ayer, no clausuró esa búsqueda del gol pese a estar arriba en el marcador. Aplausos.
El Salvador mereció más en estos dos partidos ante rivales que presentaron una Selección B de su real poderío, si se tiene en cuenta la calidad de legionarios que no juegan para ticos y catrachos en esta Copa Centroamericana. Ante Costa Rica mereció ganar y ayer no fue justo perder, de ninguna manera.
Lea también: “Por estas jugadas expulsaron a Fito Zelaya y Álex Larín”
Pero los errores puntuales siguen conspirando contra los resultados en la Selección. La falta de definición, evidenciada en los dos juegos, es recurrente en este equipo. Nada nuevo.
Tampoco lo es las actitudes personales que poco tienen que ver con el profesionalismo. Las expulsiones de ayer fueron totalmente evitables, fueron reacciones innecesarias. Son momentos individuales desconcertantes que terminan perjudicando a un equipo. Y mucho más ayer, cuando El Salvador había pasado por arriba a Honduras cuando estaban once contra once. También en eso deberá trabajar y mucho Lara para cambiar la historia de un equipo que lleva 15 juegos sin sonrisas.