La Selecta nunca ha llamado la atención por ser un equipo al que los árbitros “favorezcan”, pues han sido más las veces en que se ha visto perjudicado. Recientemente, la Copa Centroamericana en Panamá refuerza esta teoría y curiosamente tiene que ver con situaciones de juego puntuales los tres partidos en que el equipo no ganó.
El viernes, durante la derrota por 1-0 ante Panamá, a El Salvador no se le juzgó con la misma vara que en anteriores partidos. Una plancha sobre Bryan Tamacas en el minuto 23 debió costarle la tarjeta roja al panameño Armando Cooper, tal y como le costó a Rodolfo Zelaya en el partido contra Honduras. Sin embargo, el árbitro guatemalteco Walter López no castigó la acción como sí lo hizo réferi el mexicano Fernando Guerrero ante La H.
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Curiosamente, en ese partido contra los catrachos, la tarjeta roja a Zelaya es debatible por la gravedad de la falta, aunque la repetición en video carece de un mejor ángulo para apreciarla (el salvadoreño aparece de espaldas a la cámara y obstruye la acción). La sensación que deja es que la falta de Cooper sobre Tamacas es aún más grave que la de Zelaya, pero no es castigada con ninguna tarjeta.
Contra Costa Rica, en el partido inaugural, la Azul sufrió por otra polémica en los minutos finales. Irvin Herrera era derribado en el área por un defensa tico sobre el minuto 88 y el silbante Jair Marrufo ni se inmutó en señalar falta y penalti a favor de los cuscatlecos.