Los 20 jóvenes de Fundamadrid salieron del estadio Santiago Bernabéu con una gran sonrisa. El sueño de ver en vivo a su equipo favorito se cumplió y el cuadro de Zinedine Zidane no los defraudó, puesto que ganó 3-0 a la Real Sociedad.
El domingo fue un día que nunca olvidarán estos niños salvadoreños que están desde el miércoles pasado en Madrid. El sueño con el que llegaron a este país fue conocer y estar en el Bernabéu. La adrenalina empezó a subir cuando empezaron a vivir el ambiente que hay en los alrededores del estadio previo al partido.
Es un mar de personas las que se concentran en la Avenida de Concha Espina, a la espera de que abran las más de 100 puertas de acceso que llevan a las diferentes localidades.
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Para los chicos era una alegría estar en el estadio para ver el partido, y la siguiente sorpresa que tuvieron cuando fueron ubicados justo al medio de la Grada Animadora, la hinchada del equipo merengue. Todos, a pesar de que tuvieron un día con mucha actividad, no dudaron en saltar y cantar las canciones al al equipo, y gritar los goles de Kovacic, Cristiano Ronaldo y Morata.
Tres soyapanecos estuvieron en la grada. Christian Aguilar fue uno de ellos y dijo que fue “una gran experiencia ver un partido en ese gran estadio. Es muy alegre, los goles, fue muy grande”.
Noé Domínguez estaba afónico de tanto cantar, pero valió la pena porque uno de sus favoritos lo premió con un gol. “Kovacic me encantó cómo jugó y anotó un gran golazo”.
César Córdoba, otro de los jugadores de Fundamadrid con sede en Soyapango, estaba contento porque estuvo de cerca con la barra que nunca dejó de alentar al Real ;Madrid: “La verdad es que no me lo esperaba, pero me llegó. Fue muy bonito porque estar en medio de toda la barra porque ahí cantamos todas las canciones. Fue muy bonita la experiencia”.
Noé, después se sincero y contó las sensaciones que tuvo en el Bernabéu: “Nunca me imaginé que íbamos a estar en el Bernabéu, es algo que no a cualquiera se le da la oportunidad, más cuando cuando uno es de El Salvador y todos los problemas que están pasando. Cuando entré al estadio me dieron ganas de llorar porque iba a ver a los mejores jugadores del mundo”.
El esfuerzo de cada día de trabajo en la cancha y en los estudios, más una buena disciplina llevaron a Madrid a estos chicos. Christian lo tiene claro: “Yo sentí mucha satisfacción porque ahí se demuestra los esfuerzos que uno hace en cada entreno y se ve que vale la pena, por la recompensa que nos da Fundamadrid”.
César recordó que también está en Madrid gracias al esfuerzo de sus padres y los patrocinadores que les ayudaron a cumplir el sueño.
Resta un día para que la aventura por esta ciudad europea termine, pero están satisfechos porque han visto realizado su sueño de viajar a otro continente y poder estar cerca del mejor del planeta.