SONZACATE. Sonzacate vivió un día especial, cuando un ex-NBA, campeón con los Lakers de Los Ángeles, top ten muchos años de triples de todos los tiempos (ahora es 21), con una carrera de 15 años en la mejor liga del mundo, Glen Rice, puso un pie en el país. Lo hizo como una visita de cortesía, para motivar la expansión del deporte y para ver a su hijo, G’mitri Rice, jugar con los Halcones.
Con un par de libras más, una barba con canas y mil historias que contar, habló de sus jugadores favoritos de todos los tiempos. Él lo tiene claro: el mejor es Michael Jordan, no sólo por su habilidad individual, sino porque “hacía mejores a sus compañeros”.
En su equipo ideal, además de incluirlo al “23”, estarían Shaquille O’Neal, Scottie Pippen, LeBron James, Hakeem Olajuwon, entre otros, más su espectacular tiro perimetral, con el que ayudó a los Lakers de Los Ángeles de 1999-2000 a ganar el título de campeones de la NBA.
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En conferencia de prensa, entre risas se negó a dar un nombre específico de qué franquicia sería en la que jugaría con los mencionados, porque sería una combinación de todos los equipos en los que militó.
Rice pasó por Miami (89-95), Charlotte (95-98), Lakers (99-00), Knicks (00-01), Houston (01-03) y se retiró en los Clippers (2004).
“Siempre quise visitar El Salvador para vacaciones, ahora tuve la dicha de ver a mi hijo jugar acá”, afirmó el alero de 2.01 metros.
Entre las frases más destacadas que dejó fue su insistencia por el trabajo duro. “Creo que es muy importante, en cualquier deporte, que trates de dar el cien por ciento. Y, cuando lo das todo, siempre vas a tener fracasos, pero esos fracasos te llevan al punto donde quieres estar en algún momento. Así que sigue soñando, si luchas lo suficiente puedes llegar a donde quieras”, le dijo a la juventud local en la Alcaldía de Sonzacate.
Rice habló también de las diferencias de la NBA actual con la que él vivió. “Antes, era mucho más físico el juego, ahora hay muchos más tiradores. No es que los centros estén desapareciendo, es que los centros están tirando hasta de tres puntos. A mí me gusta, porque como yo soy un tirador, quisiera ver siempre a todo el mundo disparando”.
Y habló también de su dificultad al retirarse, cuando se sintió como un “bebé tratando de aprender a gatear, pero ahora tengo más tiempo para mi familia; por el trabajo que tenía, me perdía muchas cosas importantes, ahora hasta tengo la oportunidad de ver a mi hijo jugar, involucrarme más en su vida”, valoró.