Habla de sí mismo como si nunca hubiera tenido embates de la vida. Tiene la piel requemada, pues su trabajo consiste en vender a pie, bajo el inclemente sol. Es carismático y siempre con una sonrisa y una narración deportiva disponibles para agradar a sus clientes.
Ricardo Sánchez Pérez es conocido por sus amigos y compradores, entre estos últimos El Tuco Alfaro, Guillermo Rivera y hasta el mismísimo Mágico González, como El Narrador deportivo.
¡Y no es para menos!, pues cuando le piden que “se eche la narración de un partido”, se convierte en un Arnoldo Batres, gran comentarista deportivo de los años 70, de la ya desaparecida Radio Cadena de Oro La Primerísima y hoy en Cadena Cuscatlán.
Pese a ser el mayor de dos hermanos, vive con su madre y ambos se sostienen “de las ventecitas que él hace”. Su padre, de quien asegura heredó el coraje y la valentía para salir adelante, fue parte de los 13 pasajeros que murieron calcinados a manos de pandilleros el 20 de junio de 2010 dentro de un microbús de Ruta 47, en Mejicanos.
Para sobrevivir ha trabajado “de todo”, incluyendo de mesero, perifonista, DJ amateur y mecánico. A los 12 años, su padre lo llevaba a vender a los partidos del Alianza FC, equipo al que éste veneró toda su vida. Sin embargo, para Ricardo, el plantel de sus amores era, y sigue siendo, el Águila, a pesar de ser capitalino.
“Mi vida ha sido dura. No tengo esposa ni hijos y me dedico a mi mamá. No trabajo los lunes, pero para mí no es descanso, pues hago limpieza, lavo ropa; todos los oficios de la casa”, afirma con una sonrisa.
Se levanta a las 5:00 de la mañana y aborda la Ruta 20, en Cuscatancingo, que lo llevará al parque Infantil de Diversiones. Allí, camina unas cinco cuadras hasta llegar al mercado Central, donde compra los CD y DVD de música y películas piratas que luego revenderá en los restaurantes de la calle 5 de Noviembre y la colonia El Bosque, ambos en San Salvador.
La compra a cambio de una narración
“¡Le voy a comprar unas películas pero si se echa una narración!”, le grita un cliente, sentado con sus amigos, al fondo del restaurante La Concha, en la 5 de Noviembre.
Allí es cuando Ricardo, en su imaginación, visualiza un partido de la Selección cuscatleca ante su similar de Costa Rica, en estadio Jorge El Mágico González; se coloca el micrófono a la altura de la boca, toma aire y comienza con una rauda narración:
“Muy buenas tardes, amigos oyentes, ¿cómo se vive el ambiente? ¡Sensacional, sensacional, como fútbol profesional! En la gran Cadena estamos sobre 37.8 para que finalice el primer tiempo. Todo lo que venga sería cortesía del árbitro. Hacia la carga de la Selecta cuscatleca, Fito Zelaya va a cruzar la línea frontal. El disparo, la media vuelta yyy, arrriiiba del 7.32”, se le oye decir, para continuar con:
“Vamos a un saque de puerta; pero antes, unos comentarios del experimentado, don Alfredo Aguilar Umaña. ¡Y si eso le provoca malestar estomacal, alivio múltiple. Ráaaapido alivio! No hay tiempo qué perder, atención, está despejando la selección de Costa Rica. Muy bien la zaga salvadoreña, trata Leonel Cárcamo Batres de hacerse de la número 5. El réferi principal indica muy cerca de la jugada yyy, faaalta!…”.
Y así continúa su ingeniosa crónica verbal, por unos dos minutos, hasta que termina con el gane de El Salvador sobre los tiquillos y, el cliente, satisfecho por la creatividad de Ricardo, le compra las películas que le prometió.
Además de narrar partidos para promover su mercadería, Ricardo también ha jugado en equipos de barriada, en las posiciones de defensa derecho e izquierdo, así como de delantero, donde ha sabido ganarse el cariño de los técnicos, los jugadores y de la afición. “Es que siempre he llevado el fútbol en la sangre”, asegura.
Por ahora este creativo de la narración deportiva solo desea que alguna radio le dé la oportunidad de estar en una cabina y hacer lo que siempre ha soñado: narrar un partido en circuito abierto.
PERFIL
Nombre: Ricardo Sánchez Pérez
Fecha de nacimiento: San Salvador, 24 de julio de 1974
Edad: 42 años
Estado: soltero
Jugó: en Club Deportivo Toby en Cuscatancingo.