“Está latente la posibilidad de que la Selecta de playa no asista a los Juegos Bolivarianos de Chile. No hay dinero para los boletos de avión. Así de claro”. La frase de Hugo Carrillo, director de la Fesfut, a EDHdeportes, fue el pasado 29 de octubre. Un mes y algunos días después, la playera llegará mañana al país bañada en oro, esa medalla deseada que se ganaron con su nivel de competitividad, el más alto de todo el deporte salvadoreño.
Las destruidas arcas de la Federación no dan para más. Eso no es noticia, pero la incapacidad para revertir la situación si lo es. Errores viejos y nuevos hicieron de la Fesfut una entidad en bancarrota. Podrían llegar noticias peores según aseguran “off the récord” algunos directivos.
Solo el auxilio de la FIFA prometido por Infantino podrá salvarla de la debacle total. “La directiva de Fesfut debería sincerarse y decir que no hay dinero para nada”, expresó Pedro Contreras, presidente de Sonsonate e integrante express de la Comisión que recomendó al próximo entrenador (que parecería ser no es el mismo DT que elegirá la Fesfut).
Pero la playera hizo casi omiso a las contrariedades. Expertos en sobreponerse a condiciones adversas, curtidos en las dificultades de sus día a día, fueron y ganaron. Con todo, contra todo. Atrás quedaron las victorias ajustadas ante Chile y Venezuela, la paliza a Panamá, el tropezón y la revancha final ante Paraguay… Y la vuelta olímpica ante el poco público que acompañó a la disciplina en las playas de Iquique.
Plaza Mundo, Destinos TV, Agencia de Viajes VIP, Santa Eduvigis y Drogueria Eurosalvadoreña fueron las empresas que, convocadas por el Comité Olímpico, apostaron por los Guerreros e hicieron posible el viaje a Chile para representar a El Salvador en los Juegos Bolivarianos de playa. Partícipes necesarios para que hoy disfrutemos de la foto del Tin y Dinho emulando a Rafa Nadal y mordiendo sus medallas doradas.
El de La Pirraya y el de California, “Tín” Ruiz y Elías Ramírez, los medallistas de oro?en los #Bolivarianos. Pura felicidad #AzulPlayera??? pic.twitter.com/JpgOrlNcNY
— Varinia Escalante (@VSkalanT) 4 de diciembre de 2016
Antes otra selección, en otro ámbito y con menos difusión, tuvo las mismas dificultades. El baloncesto en silla de ruedas no conseguía los fondos para poder viajar al clasificatorio al Premundial. El dinero apareció con sobreesfuerzo del Comité Paralímpico, Santa Tecla donó uniformes y viajaron a Costa Rica. Ganaron y se clasificaron. Otro ejemplo de tenacidad.
El deporte salvadoreño, como lo hace la mayoría de la gente en el país, lucha contra las dificultades económicas. Pero un sello los distingue. Ellos se crecen y se agrandan en las difíciles. Así continúan escribiendo su legado de equipo y lo van transformando en leyenda.