Fiesta en la otra casa blanca

La semifinal del Cuscatlán se pintó de blanco. La hinchada alba se tragó los graderíos con su presencia y toda su vibra

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Alianza- Sonsonate, semifinales LMF / Foto Por Mauricio C??¡ceres

Por Varinia Escalante | Twitter: @VskalanT

2016-12-09 7:27:00

La noche fue blanca. No hubo duda de que eso iba a suceder en el Cuscatlán. Y así fue. La afición de Alianza cumplió anoche como si fuese de día. Una popular con su mejor gala: el blanco. Y una fiesta con bombo y a todo esplendor, propio de semifinales.

Era jueves, pero parecía domingo. El tráfico alrededor del Cuscatlán lo anticipaba; los pasillos, desde general hasta platea -con música que invitaba a quedarse y a disfrutar-, eran tumultuosos; y el interior era el reflejo de una afición con ganas de que la frase “la gloria te pertenece” se viviera en todas partes.

Como era lógico, la hinchada alba fue la mayoría. Los sonsonatecos, lejos de su casa, entre semana y de noche, llenaron quizás la mitad del sector asignado (preferente sur). Los que asistieron eran los más fieles, el resto seguro lo vivió en casa, por la radio o la televisión, y se guardó para llenar su estadio el fin de semana.


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Familias enteras, amigos, compañeros llenaron poco a poco el Cusca. Las ansias por cantar el “Cómo no te voy q querer” se externaban en los más pequeños, que pedían escuchar el canto. Pero muchos aplaudieron más cuando, al ingreso de los equipos, el himno de Alianza sonó y la afición lo terminó entonando “a capela”.

Por momentos, era más intensa la presión desde los graderíos, ni la inyección del “dale, dale albo” ayudaba a que Alianza terminara de generar peligro en el área cocotera, y a la contra le jugara bien al rival para que saliera a presionar.
Infaltables los “¡uuhh!” intensos en los disparos a puerta occidentales, y los lamentos sinceros como la oportunidad que perdió Óscar Cerén de enloquecer a los blancos con un tanto.

Y así se fue dilatando la noche, con el espectáculo del público, las gargantas hasta el punto de lo afónico y un festín de amor por los albos que quedó en continuación para la vuelta. Con un sueño de alcanzar una nueva final, y la esperanza que anoche movió a los albos a colmar su casa, la otra casa blanca.