Carta al nuevo técnico de la Selección

Sea usted peruano, salvadoreño, gringo o colombiano, le ofrezo este mensaje.

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2016-12-11 6:50:00

Llega usted, profesor, como bombero. Tiene que estar consciente de ello. La Fesfut necesita un salvavidas en medio del naufragio de resultados de la era Maradiaga, y consideraron que usted es la persona indicada para agarrar la papa caliente. 

Dijeron que llegaría una persona que conociera el medio local, que manejara las mejores opciones dentro de nuestra Liga, porque de ahí saldrá la mayor parte de piezas para jugar la Copa Uncaf 2017. Sea sabio en elegir. Debe combinar entre los jugadores en su mejor momento, para asegurar el boleto a Copa Oro; pero no dejar de lado que debe poner bases hacia próximos torneos, rumbo a los Olímpicos Tokio 2020 y el Mundial Qatar 2022. Y eso implica darle minutos a jóvenes jugadores, para que vayan tomando rodaje, minutos, roce. 

Le aconsejo que no baje la bandera de pedir un trato profesional para los futbolistas. La bandera que tomaron con valentía Albert Roca y “Zarco” Rodríguez (capaz que es Ud., Jorge, quien lee esto). No se trata de lujos. Se trata de darles las condiciones necesarias, para que nuestros seleccionados puedan competir, al menos, en las mismas condiciones en que lo hacen los otros equipos nacionales del área en Concacaf. 

Por favor, asegure primero el pase a la Copa Oro (hay que estar entre los mejores cuatro de seis, o al menos ser quintos, para ir a una repesca con el Caribe. No está tan yuca, pues…). Pero después, haga fuerza para que lleguen fogueos de calidad. Pídalos públicamente, con nombre y apellido, como parte de la preparación necesaria hacia el máximo torneo de Concacaf.

No llame jugadores que antes tuvieron relación con el caso de amaños de partidos. La herida no ha cicatrizado desde 2013, cuando la cloaca rebalsó y hubo castigos, algunos cortos y otros de por vida. Convocar a futbolistas con ese estigma le traerá más animadversión del hincha cuscatleco que aplausos. No subestime esa cicatriz. 

Finalmente:si no le dan las condiciones para trabajar, señale, denuncie y luego renuncie. No sea comparsa de la mediocridad. Salduos, gracias y suerte.