Alianza llegó con solvencia a la final

Alianza ganó, gustó y goleó en Sonsonate, donde aseguró el boleto para estar en la final dodne se enfrentarán al Santa Tecla

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Rodolfo Zelaya celebra uno de sus tres goles ante Sonsonate

/ Foto Por Marlon Hernández

Por Franklin Ponce | Twitter: @FP11EDH

2016-12-11 6:58:00

SONSONATE. La ventaja deportiva que tenían los cocoteros, tras el cero a cero de la semifinal de ida, se volvió muy corta, ante la efectividad y experiencia de los jugadores albos, quienes pasaron pocos problemas para imponerse en Sonsonate (4-0). Los albos llegan a su segunda final, en tres torneos, donde se enfrentarán al Santa Tecla, que dejo al Águilla.

El estadio sonsonateco vivió su primera semifinal de Primera División en su historia. Clima caluroso, con una leve brisa fresca. Un ambiente espectacular, bajo un marco de público sorprendente el partido se vivió de principio a fin. A pesar de la ventaja de los sonsonatecos, el técnico de este equipo, Agustín Castillo, se mantuvo fiel a su idea y repitió el mismo once, que salió en el primer partido semifinal, en el Cuscatlán.

Mientras que Miltón Meléndez, entrenador de los paquidermos, realizó dos modificaciones: salieron desde el inicio Juan Carlos Portillo y Rodolfo Zelaya, por Rivera y Guerrero respectivamente, por lo que pasó a jugar con un 4-3-2-1, con el que ejerció presión desde los primeros minutos. Una buena dinámica, los capitalinos fueron los que tuvieron la primera con un desborde por la derecha, que terminó en un tiro de esquina, con el cual inquietaron en la centralización (1’), que con apuros rechazó la defensa local.

Dos minutos después, la respuesta del Sonsonate fue también por un desborde por derecha de Ze Paulo, quien desbordó por derecha, hasta ganar línea de fondo y sacar un centro a media altura que rechazó Óscar Arroyo. Más tarde, Jackson De Olveira hizo otra jugada igual, pasando a Ze Paulo, quien llegaba por el centro, pero en dos tiempos Mario Jacobo alejó el peligro y los jugadores aliancistas, junto al buen números de aficionados que lo respaldaban, tomaron un respiro (5’).

Con el correr del tiempo, Sonsonate tuvo mayor control de pelota, pero el equipo cometió muchas imprecisiones de tres cuartos de cancha hacia adelante, con el que perdían sorpresa y desesperaban a su técnico, quien ahora actuaba más nervioso que en el partido de ida. Alianza había bajado ritmo a sus llegadas, que se volvieron esporádicas y con poca profundidad. Messias se encargó de Fito Zelaya, a quien acompañó hasta cuando fue a tomar agua a un lado de la cancha.

Una desconcentración de los sonsonatecos le valió a los aliancistas para encontrar el primer gol, después de un tiro libre que no pasó la barrera, pero Herbert Sosa recuperó y mantuvo la pelota en juego, hasta que un remate de Rodolfo Zelaya, desde fuera del área, venció a Óscar Martínez, quien había sido exigido por segunda vez en este juego (25’). Explosión de alegría de los visitantes, mientras los sonsonatecos silenciaron y pensaban lo peor. 

Bajo el ritmo de “Dale albo… Dale albo…”, los papeles se invirtieron y ahora eran los cocoteros quienes tenían que buscar la portería rival con mayor urgencia. No hubo modificaciones en los sistemas, pero los albos pasaron a darle más idea al control de la pelota y exigiendo a los cocoteros, quienes rápidamente demostraron ansiedad.

Sonsonate ya no ideó mejor sus jugadas, las fallas fueron constantes, al igual que los reclamos entre ellos mismos dentro del campo y por parte de “Chochera” Castillo. En los últimos diez minutos de la primera parte, los cocoteros vovieron a llegar a la portería de Óscar Arroyo, sin mucho peligro, pero hizo reaccionar a sus aficionados para creer en el “Si se puede…”.

Sin embargo, el sueño comenzó a desvanecerse entre los cocoteros cuando Paolo Suárez dejo con uno menos a su equipo, al salir expulsado, en la última jugada de la primera falta, por doble amonestación (45+2’).

El jugador fue consolado por sus compañeros, mientras dejaba la cancha, bajo mucha frustración. Agustín Castillo no lo volteó a ver y en las gradas hasta el camerino, el uruguayo respondió a las provocaciones de los aficionados albos, pero la acción no pasó a más que el lanzamiento de agua de Suárez.

Sentencia blanca

Para el segundo tiempo, Aguistín Castillo no realizó sustituciones, manteniendo la idea con la que inició, a pesar del hombre menos que tenía en cancha. Alianza también se mantuvo igual, pero con la tranquilidad de tener su partido a su favor.

El nudo en la garganta de los cocotero se hizo más grande, al mismo tiempo que la ilusión de los albos creció cuando llegó la segunda anotación. Error del portero Óscar Martínez, al salir a buscar una pelota, donde cometió falta sobre “Cabrita” Portillo, dentro del área. El central Marlon Mejía no dudo en sancionar el penal, que tampoco nadie protestó, y que Alex Larín convirtió en el segundo tanto (51’).

A partir de aquí, el partido pasó a ser completamente del Alianza. Sonsonate se hundió en el nerviosismo y la frustración, para ya no crear peligro. Solo generar llegadas en base a los pelotazos. Producto de las mismas imprecisiones de los occidentales llegó el tercer tanto de los albos, con un remate de zurda de Rodolfo Zelaya, que dejó sin chance de reaccionar al portero Martínez (65’).

Ésto mató el sueño de los cocoteros, quienes a partir de este momento, poquito a poco fueron dejando el estadio, decepcionados cuando también vieron que Moíses Mejía perdió un penal (78’), el cual fue atajado por Óscar Arroyo y con la cuarta anotación, el tercero de Fito Zelaya (84’).

La fiesta de los albos fue creciendo hasta convertirse en un carnaval, que vale estar en una nueva final, la que les permitirá luchar por la corona doce.