SONSONATE. Parecía que todo Sonsonate se trasladó ayer al estadio. El “Ana Mercedes Campos” no dejó ni un respiro libre, para apoyar a su equipo con el único sueño que valía: clasificar a la gran final. Al final, la tristeza embargó a sus seguidores, quienes cuando ya se corrían 65 minutos comenzaron a abandonar el estadio.
Los graderíos quedaron poblados en su totalidad, tanto por la afición local como por la visitante, quedando solo un corto espacio vacío de emergencia. Pero a la postre, terminó con buena cantidad de seguidores capitalinos. El escenario fue el ideal para una semifinal que estaba para cualquiera. Y donde dos aficiones solo querían que su equipo llegara a la final.
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Largas colas de ingreso demostraron que todo estaba centrado ayer en ir y dar las mejores vibras al equipo. Hasta poco más de cinco cuadras, desde la entrada principal del estadio, recorrían una interminable fila para entrar. Y las boleterías, muchos agradecidos de que se habilitaran desde las 8:00 de la mañana, todavía lucían con interesados queriendo adquirir una entrada.
Pero eso fue inútil para muchos que todavía se tuvieron que quedar afuera. Incluso, una gran cantidad se quedó de pie entre los graderíos y por los portones de ingresos. Desde horas del mediodía, se agotaron los boletos para la hinchada local, quedando solo disponibles las de los albos.
Llanto y alegría en las barras de @AlianzaFC_sv y @Sonsonatefc @EDH_Deportes @elsalvadorcom @losprovocadores #futbol #ElSalvador pic.twitter.com/Sh0QqKRpwn
— Oscar Iraheta (@oscar_iraheta) 12 de diciembre de 2016
Estos no se quedaron atrás. Si ya habían pintado el Cusca de blanco, el jueves, también lo hicieron en suelo occidental, aunque en minoría. El aliento tampoco quedó en duda. Sus cantos únicos le regalaron el extra al equipo. Además, cuando los jugadores de Sonsonate fueron llegando hicieron para ellos un ambiente hostil. “Hijos de p…”, escupidas, bolsas de agua, gritos y todo en contra para incomodarlos en el pasillo hacia los camerinos.
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Con un poco de más mesura, pero sin dejar de lado que existía rivalidad, el público cocotero también presionó a su estilo. No paró de cantar, incentivar y aplaudir a sus jugadores. Como se había dicho en la previa, eran todos juntos por una ilusión.
Así cantaron los albos, tras clasificar a la final: @AlianzaFC_sv vs Santa Tecla. @EDH_Deportes pic.twitter.com/3qpjLjWxyh
— Varinia Escalante (@VSkalanT) 12 de diciembre de 2016
Los registros de seguridad, además, fueron exhaustivos. En todos los sectores de ingreso, cada persona era revisada y se chequeaban sus pertenencias. Esto evitó que pasaran objetos prohibidos y que dentro peligrara la integridad del público, ese que poco a poco abarrotó el recinto. Sin embargo, al final, hubo discusiones entre los mimos seguidores de Alianza, previo a salir del estadio. Y unos pequeños se solidarizaron con ellos regalándoles agua, como un gran gesto.
Esto dejó la semifinal @Sonsonatefc vs @AlianzaFC_sv @EDH_Deportes pic.twitter.com/NTeFkKdWqV
— Varinia Escalante (@VSkalanT) 12 de diciembre de 2016
La fiesta de la “Marea Verde” y la “Ultra Blanca” tuvo una misma cita. Con el mismo objetivo. Pero al final, solo uno pudo celebrar en grande. Fueron los de la minoría y el premio fue para ellos. Para que celebren estar en una nueva final, con el “Cómo no te voy a querer” como el himno que explotó al final.