Cosa de locos

Abreu dejó lecciones de juego y profesionalismo entre sus compañeros y cuerpo técnico de Santa Tecla. Será en su ausencia cuando seguramente aprecien lo que vivieron en esas pocos meses con el uruguayo

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Foto Por Archivo

Por Fernando Palomo

2016-12-13 7:29:00

Ya jugó su último partido en Las Delicias y se despidió de ese histórico escenario dejando tres goles ante uno de los grandes candidatos al título. Sebastián Abreu dejó mucho en el fútbol salvadoreño, aunque no sea fácil reconocerlo, ni muchos estén en disposición de hacerlo. Abreu dejó lecciones de juego y profesionalismo entre sus compañeros y cuerpo técnico de Santa Tecla. Será en su ausencia cuando seguramente aprecien lo que vivieron en esas pocos meses con el uruguayo. Un jugador que transpira fútbol.

El Santa Tecla vivió de cerca su intensidad, la entrega por hacer de cada entrenamiento una experiencia. Sufrió también con su competitiva personalidad. Ha dado un ejemplo grande, enseñándole a los de 20 años cómo se entrena a esa edad. Gran constructor de grupo y contador de historias. Gran cabeceador y generador de espacios. Cosas que dejó en un fútbol en el que, cuando quiso, sacó notable diferencia. Fue el Loco quien iluminó la clasificación de su equipo a la final del fútbol nacional.

Pocas veces un jugador de trascendencia mundial ha jugado en El Salvador y sin embargo gradas vacías fue lo que más encontró Abreu en su paso por un país que dice gustar del fútbol, pero poco lo expresa. El fútbol nacional ha dejado de ser un entretenimiento para la sociedad salvadoreña. Es la única manera de entender que a un jugador como Abreu no lo admiraran grandes cantidades de público. Tribunas vacías y una oportunidad perdida para aprender de su juego. Hablen de su edad, pero en el fútbol no juegan viejos o jóvenes, juegan los buenos y Abreu es, a su edad, mejor que cualquier centro delantero de nuestra necesitada Primera División.

Una pena que no se aprovechara más. Faltaron espacios completos escuchando su experiencia. La cultura de fútbol se construye en esas tertulias y de las historias de un jugador como Abreu, se podía aprender mucho. Definiciones del juego construidas por una carrera que seguirá su camino en Brasil. Abreu se ha entregado a su profesión y ha dejado enseñanzas de eso en el cierre del torneo. Pidió un tiempo para recuperarse físicamente y devolvió la confianza con cinco goles en cinco partidos.

La llegada de Santa Tecla a la final y la presencia de Abreu en su plantel le dará al fútbol salvadoreño una trascendencia inusual. Se hablará del fútbol nacional en otros lugares y esto se le debe al atrevimiento de los dirigentes de Santa Tecla por querer hacer algo distinto. Cuestionados por llevar a un veterano a usar nuestras canchas para seguir retirándose, ahora tienen premio: el fútbol de El Salvador será tema de conversación. Para instalarlo de nuevo como una opción de entretenimiento se necesita de mucho más. Ya se vio que la llegada de uno de los mejores delanteros sudamericanos de los últimos veinte años, no es suficiente.