SAN VICENTE. Con un empate 1-1, firmado en el estadio Vicentino, el Independiente de San Vicente clasificó ayer a la final de la Liga de Plata, y eliminó a Once Lobos. El global de esta serie fue un 2-2, tras empatar a uno en la ida de semifinales.
Los orientales jugarán contra el Turín FC por el cetro de la Segunda División, luego de que los becarios también reservaran cupo el viernes, al empatar 1-1 ante San Pablo (global 5-2).
A diferencia de la ida, en la que los lobeznos dominaron casi todo el partido, ayer Independiente mostró fortaleza en su casa. Pero no se encontró con un cuadro chalchuapaneco débil, al contrario, jugó a sacar el resultado. Tuvo equilibrio y eso permitió un juego parejo.
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Oportunidades para ambos cuadros se presentaron, pero ninguno estaba fino en la definición. Fue hasta una jugada fortuita, que terminó en penalti, en que los vicentinos se pusieron en ventaja. El lobezno Walter Ayala cometió falta en el área sobre Nicolás Pérez, y el central Juan Francisco Quinteros no dudo en pitarlo. Llegó a cobrar el penalti Fary Mancía y colocó el 1-0 (23?).
La alegría local duró muy poco. En la siguiente jugada, un contragolpe del Lobos, terminó en balón que recogió Breiner Ortíz en el área, y por derecha marcó el empate 1-1, un minuto después (24?). Hubo lamento de la afición “fantasma”, pero aún así, la paridad los estaba clasificando a la final.
Once Lobos no se rindió. Y trató de inquietar la portería defendida por Edwin Driotis, pero no tuvo opciones claras para anotar. Situación similar para los orientales, que desperdiciaron una antes de irse al descanso, rematando arriba de la cabaña de Carlos Portillo.
Independiente realizó algunas modificaciones, para buscar más volumen de juego, a pesar de que los lobos encararon la parte final adelantando filas, para buscar el gol que les diera el boleto. Sin embargo, los “fantasmas del Jiboa” no cedieron al asedio con el que se encontraron, mantuvieron la tranquilidad y el buen trato de balón, creando dos ofensivas claras que levantaron al público local.
El Inde se terminó cerrando, y se desgastó aguantando el buen físico lobezno, que no dejó de pelear pero que no le alcanzó para llegar a la final. El festejo local acuerpó al equipo, con el grito de “Inde, Inde, Inde”, y ya piensa en Turín, para disputar la copa del Apertura.
El DT Rubén Alonso manifestó: “Tuvimos una serie contra un gran rival, un juego parejo, pero felicito a mi grupo por esto. Esta era nuestra final, no podíamos pensar en más porque era la que teníamos, después de vernos la cara en cuatro partidos seguidos, y gracias a Dios la logramos”.
Por Lobos, el timonel Ivan Ruiz señaló: “Fuimos un digno rival. Me voy con la frente en alto, los muchachos hicieron un gran trabajo, no pudimos hacer nuestro fútbol, pero venimos a guerrear, a a luchar. Lastimosamente, el empate no nos dio para pasar”.