El Canelas 2010, milita en la cuarta división portuguesa y nadie quiere enfrentarse a ellos. ¿La razón? El temor que provocan los violentos ultras que juegan en el equipo.
Este equipo originario de Oporto lidera la clasificación de su Liga, después de ganar los últimos 11 partidos por 3-0. No tuvieron ni que pisar el campo: los rivales no se presentaron. Prefieren pagar los 750 euros de sanción (783.29 dólares), que jugársela ante un equipo formado por aficionados ultras de los “Super Dragões”, principales hinchas del Oporto.
“Sufrimos coacciones, los árbitros están intimidados y no escriben en las actas lo que sucede. Como no llega nada a los comités, nadie actúa”, declara el presidente de uno de los equipos afectados.
El Canelas 2010 apenas cuenta con cinco años de historia, es un recién ascendido, pero está muy cerca de alcanzar el fútbol profesional y disputar la Copa portuguesa gracias a que nadie quiere jugar contra ellos. Un drama.