Conocer las canchas de sóftbol desde muy pequeña, y estar pegada a alguien como su madre que tenía pasión por este deporte, se convirtieron en los ingredientes que llevaron a Xiomara López a ser una lanzadora con mucho futuro. La atleta, con 13 años de edad, ha crecido en esta disciplina y muy pronto ha dado frutos al integrar selecciones nacionales.
“Desde que tenía siete años, lo practico. A mi mamá (Silvia López) le gustaba y me traía. Comencé a jugar desde ese tiempo y he aprendido mucho, siempre luchando; y gracias al esfuerzo de mi mamá contra todo, ya que es la que siempre me ha estado apoyando, he salido adelante”, manifiesta.
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Esta chica, sin embargo, jugó otros puestos antes de decidirse por ser pitcher. Y cuenta: “Pasé por diferentes posiciones. Primero, era segunda base; de ahí, fui short stop; y luego, lanzadora. De todo juego, pero me decidí por lanzar”.
“Da mucha alegría ser lanzadora, porque no cualquiera tiene ese don con el que se nace, y te lo dan tus papás. Es una gran alegría traerlo”, añade esta softbolista, que en la actualidad está con la Selección Juvenil Sub 15 y con la Mayor: “Me entusiasma estar con la Mayor, me siento alegre”, expresa.
López, quien ha jugado en Primera Categoría, también forma parte de distintos equipos como Soyapango, Ranger, Atleti y Alpes (federado). Está consciente de que la Federación la ha apoyado: “Siempre me han ayudado, me impulsan y les hago caso en lo que me enseñan, y me han tenido paciencia”.
La auxiliar de la selección juvenil, Claudia Martínez, habla de su pupila: “Es una deportista ‘utility’, porque lo tiene todo. En la juvenil juega varias posiciones, tiene un futuro muy bueno. Está a una corta edad y es muy completa”.
“Tiene muchos años más en el sóftbol. Es una deportista muy entera y tiene capacidad para la Juvenil, la Mayor y en el terreno para muchos puestos, eso hace la diferencia”, reitera.
Xiomara, apasionada de la música, cursa séptimo grado y está consciente de que el deporte no lo es todo en la vida: “Lo primero son los estudios; luego, el sóftbol. Por eso, al llegar de clases, almuerzo y hago tareas, para venir a entrenar (cancha de la Guatemala). Solo los entrenamientos me han sacado adelante”. Comenta que su materia favorita es sociales y la que menos le agrada es matemáticas… “pero le echo ganas”, dice.
Esta atleta no está segura de qué quiere ser en la vida, pero sí dedicarse “a algo de salud, doctora o enfermera, cualquiera de las dos”, comenta. Y espera no dejar nunca el deporte: “Espero continuar en esto. De grande, me veo siempre jugando”.