SAN SALVADOR. Las representantes de la Fundación Ping Sans Frontieres, Sarah Hanffou y Julia Lewandowski, visitaron cinco Proyectos de Masificación que impulsa la Federación Salvadoreña de Tenis de Mesa en el interior del país, para quienes realizaron un valioso donativo en material deportivo.
Ambas representantes de dicha fundación, con sede en parís, Francia, visitaron recientemente la zona oriental en Chilanga, Perquín y Gotera, posteriormente se trasladaron a la zona norte del país, donde visitaron la Nueva Concepción y Guarjila.
Ambas, fueron acompañadas por el Director Técnico de la Fesalteme, Carlos Esnard, quien se encargó de ponerlas al tanto de como se desarrolla el trabajo de masificación con los niños y jóvenes.
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En las ciudades ubicadas en la Zona Oriental del país, fueron recibidas por los alcaldes y concejos municipales, además de todos los niños practicante y sus entrenadores, surgidos desde que se implementó en el 2011 el Proyecto Construyendo un Sueño Nittaku en El Salvador.
Ambas representantes donaron material deportivo para incrementar la práctica del Tenis de Mesa en las regiones y pronto establecerán un lazo de colaboración entre las localidades y Ping Sans Frontieres en Francia.
Zona Norte
En Nueva Concepción fueron recibidas en el Centro Escolar “Manuel Elías Guillén”, donde funciona el Proyecto Nittaku y se encuentra prestando servicios la voluntaria japonesa Mayu Osawa, quien pronto cumplirá sus dos años de trabajo en El Salvador.
Las francesas donaron también equipo y compartieron jugando con los niños y jóevens, así mismo disfrutaron de un acto cultural organizado por el Centro Escolar donde danzaron bailes típicos por parte de los niños.
Mientras tanto en Guarjila fueron recibidas en la Fundación Tamarindo, donde también funciona el Proyecto Nittaku desde 2011 y que cada día aumenta más el núme ro de niños que se inician en el deporte de la pelota saltarina.
Tanto Hanffou como Julia Lewandowski, además de jugar con los chicos, hicieron demostraciones de cómo utilizar el material que donaron y sacarle el máximo provecho. Esnard explicó que se fueron encantadas con el proyecto y prometieron regresar en un periodo no mayor a dos años.