Una mala tarde la tiene cualquiera y eso le pasó a Pasaquina, a quien no le salió nada. Tuvo las ocasiones pero no las supo aprovechar sobre un Sonsonate, que de tres claras, metió dos y sentenció el partido (2-0) que jugó con uno menos por 77 minutos. Los Burros perdieron el invicto de local en este torneo.
Sin el número de aficionados que se esperaba, ni ninguna barra organizada. Sin ningún instrumento musical en las gradas, ni tampoco con los cánticos que animaran a cualquiera de los dos equipos, desde la cancha se escucharon con cierta facilidad los gritos de los jugadores, en un partido donde lo táctico se vio opacado por las ganas, de un juego con mucho desorden, trabado y de excesiva pierna fuerte.
Así fue el minuto a minuto de este partido
Para los cocoteros fue más complicado el partido, al quedarse con un jugador menos desde los 13 minutos, por la doble amonestación de Adán Reyes, la primera por una falta fuerte y luego por reclamos airados, ante un impaciente árbitro, Jaime Carpio, quien no se anduvo con muchos rodeos.
Sonsonate mantuvo una constante hidratación, ante la alta temperatura que también afectó a los locales. Cielo despejado, sin ninguna amenaza de lluvia.
Los burros tuvieron mucha llegada, pero sin profundidad. El técnico pasaquinense, Hugo Ovelar, estuvo desesperado, porque su equipo no aprovechaba el hombre de más que tenían en el terreno, donde los cocoteros se dedicaron a cuidarse, echados atrás y solo contragolpeando.
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Pasaquina se la jugó para el segundo tiempo, adelantó líneas, generó las oportunidades, pero les ganó la desesperación. Sonsonate, con paciencia aguantó y creó la oportunidad, con una jugada de toques cortos, que el brasileño Ze Paulo definió al borde del área grande con un remate raso (59’).
Con la ventaja en el marcador, Sonsonate se cerró más en zona defensiva, situación que Pasaquina no pudo descifrar, hasta aguantar el segundo gol, en una individualidad de Paolo Suárez (88?). Segundo triunfo cocotero al hilo, primero de visita.