Washington Sebastián Abreu, el uruguayo más famoso de Minas, está feliz el día después de su doblete al Limeño. Su reencuentro con el gol lo asimila mate en mano, no podía ser de otra manera. Y reflexiona: “Un delantero termina siendo un reflejo de lo que genera el equipo a nivel colectivo. Ya vamos por la quinta victoria consecutiva y el equipo va tomando una idea de a lo que juega”, se entusiasma con el presente del Santa Tecla. “Hubo modificaciones en seis fechas y el equipo mantiene una misma línea en cuanto a la intensidad del juego y la no dependencia de nadie.
A medida que el equipo funciona, genera peligro y los delanteros somos los más beneficiados. El equipo ha encontrado una forma actual a la que el entrenador quiere, jugamos 4-2-3-1, hoy lo hacemos con 4-3-1-2, el tradicional”.
La plática comienza con Santa Tecla pero se extiende por todo el fútbol salvadoreño y su vida en la capital.
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-He visto que técnicamente el jugador salvadoreño está muy bien dotado, tiene muy buena técnica, pero a nivel general le falta mayor trabajo táctico, mejor funcionamiento y juego colectivo.
¿Te gusta cómo juega algún equipo en particular?
-Está Metapán, por la propuesta que tiene. Después, con sus complejidades por ser equipos grandes, también me gustaron Alianza y Águila. Obviamente que en esto te condicionan tus gustos futbolísticos pero el que más me llamó la atención y lo resalto porque ya se le ve un funcionamiento mecanizado es el FAS. Tienen un mecanismo de salida, de apertura, de inicio de jugada, muy claro. FAS da esa sensación de que prendo la tele y lo miro.
-Muchos extranjeros se quejan del juego duro de ciertos defensores y la permisividad de los árbitros… ¿Coincidís?
-Uno pasó por el fútbol uruguayo, paraguayo, ecuatoriano; me ha tocado estar en partes donde encontrás este tipo de culturas, estilos de juego de cada país. Lo que hay que hacer es no quejarte y adaptarte rápido. Ver que podes hacer vos para contrarrestar eso; árbitro no sos, entonces tenés que tener lectura de juego, que es lo que necesita el partido en tales situaciones o jugadas, entender rápido a cada rival con ese estilo. Lo otro, las quejas, es tiempo perdido no vas a poder modificarlo, cada país tiene su propio estilo de juego.
-¿No tuviste episodios de “mala leche” de algún rival?
-Es como todo. En Paraguay o Uruguay el fútbol es súper fuerte, tenés jugadores que se le va la pierna, que se le va el brazo, el codo. Después, hay sistemas tácticos ultradefensivos que apuestan a la lucha, a la marca, a la agresividad. Pero son estilos que no se pueden criticar.
-¿Cómo has visto las canchas del fútbol salvadoreño?
-De Santa Tecla te puedo decir, y con todo el respeto y desde la crítica constructiva, que el pasto sintético no es de fútbol profesional. Es una alfombra en la que se le da la posibilidad a toda la ciudad de Santa Tecla de usarla y me parece perfecto. Pero eso a la vez ha generado un desgaste, es un piso duro, donde la pelota no rueda como debería, y también genera problemas de articulaciones, tendinitis. Algunos llevan 2 ó 3 años entrenando en esa superficie y lo sienten. Por otro lado, he visto canchas muy buenas como la UES, el Cuscatlán o Metapán y tenés otras como las que nos tocó con Dragón que está en pésimas condiciones. Uno lo ha captado pero no depende de nosotros sino de la terna arbitral dejar en papeles que si vas a ciertos lugares y te ponen un horario de 2.30 pm para que exista mucho calor y te dejan el pasto muy alto para generarle un perjuicio al rival. Es una técnica de los años 80.
¿ Y los entrenamientos son de elite?
-En Santa Tecla que tiene un cuerpo técnico argentino mantienen la metodología y la intensidad bien alta. Tenemos la ideología de que como entrenas, jugas; si entrenas con intensidad alta, seguramente esa intensidad la trasladas al campo de juego el día del partido.
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-¿Qué jugadores te han sorprendido?
-Estoy encantado de ver la técnica y la dinámica de Barahona y la dinámica y proyección de Tamacas. Son dos laterales excelentes. Hoy lo que se pretende en el fútbol mundial son las alternativas por las bandas. Sorprenden por lo versátil que son. Barahona jugó ante Limeño de contención solo y lo hizo espectacular. Después pasó al medio Tamacas y también lo hizo muy bien. Están para dar el salto y seguir creciendo, ninguna liga es fácil, jugar a fútbol es complejo en cualquier lugar pero son jóvenes que pueden progresar en el exterior. Hay más jugadores.
-¿Cuáles?
-Uno que me encanta es Mayén. Se me hace un jugador diferente, antes de que llegue el balón a sus pies tiene claro que hacer y como conducir a su equipo. Con otra edad, también puede pensar en dar un cambio. Y Domínguez, el central, no tiene techo. Tiene un potencial enorme. Claro que puede destacarse afuera pero esto también es un tema de convencimiento de cada jugador, decir ‘puedo trascender, cruzar fronteras y hacerme un nombre fuera del país’.
-¿Cómo va tu vida en El Salvador más allá del fútbol?
Si tengo una virtud es que me adapto fácilmente a las tradiciones y la idiosincracia de cada país. En este caso, hay aspectos que se disfrutan mucho como el clima tropical, con la precaución del paraguas (sombrilla) a la par porque en cualquier momento se viene el agua. Pero la vida al aire libre se disfruta, también los tradicionales asados. Soy de salir poco durante el día, entreno a la mañana con el equipo y a la tarde con mi ‘personal training’, soy de mirar mucho fútbol. Soy de la idea que uno tiene que desayunar, almorzar, merendar y cenar fútbol, es la única manera de aprender, de crecer
¿Alguna cuenta pendiente en el país?
-La gran cuenta pendiente es conocer al Mágico. Ya le dije a amigos. Venir al El Salvador y no juntarte con el Mágico es como ir a Río y no visitar el Cristo Redentor. Me queda pendiente esa tertulia con este fenómeno del fútbol mundial. Ya cuando venga la familia la idea es ir a lugares tradicionales, el volcán que tiene una especie de museo, el lago. Culturalmente uno debe conocer el lugar, su historia, saber donde está y así también crecer intelectualmente.
¿Algo te llamó la atención de la vida en San Salvador?
-Me sorprendió muchísimo las variantes de gastronomía que hay. A mi me gusta ir a cenar, tomar una cerveza, todo dentro lo normal. Respeto las opiniones pero no comparto que el futbolista deba ser un extraterrestre que no pueda tomarse una cerveza o una copa de vino. Si hay que ser inteligente y saber cuando hacerlo y cuando no, cuidando siempre lo más importante que es el físico. La vida social bien entendida. Es necesario desestresarse porque sino todo termina siendo fútbol, fútbol, fútbol. Hay que entender que todo ser humano necesita distenderse.
-Me imagino que visitaste parrillas uruguayas…
-Claro, está el “Charrúa”, la parrilla donde se vive un ambiente futbolero. Viene el dueño (Albert Fay) y empieza contar sus historias, me encanta hablar con jugadores de antes, creo que hay que valorarlos más. Los conceptos y las historias te ayudan a entender mucho más de esto. Me gusta que en la sobremesa hable de su época en aquel Peñarol histórico, de sus historias en El Salvador.
En los partidos de la Selecta fuiste comentarista de una cadena internacional ¿Cómo analizas a la Azul?
Sí, me invitaron para hacer análisis, por el hecho de jugar aquí y de haber estado en México. Ese partido ante los mexicanos me gustó El Salvador. En el primer tiempo tuvieron una presión con alta dinámica. Lo que sucedió al no estar acostumbrado por todo los detalles que hablamos antes, las canchas, el calor, el pasto alto hace que los partidos aquí sean tediosos, lentos, poco dinámicos. Y eso te pasa factura en nivel internacional. En el segundo tiempo la parte física mermó y no pudieron mantener la misma intensidad. El de Canadá fue de ida y vuelta pero era totalmente diferente porque estabas eliminado.
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¿Se puede salir del hoyo?
-Me quedó claro que con una organización, desarrollo y proyecto tenés materia prima para poder ser competitivo, el tema es que pueda desarrollarlo la gente indicada. Que la Sub-17, la Sub-20 y la mayor tengan la misma línea de trabajo, la misma metodología. Con esa paciencia podes pensar en las próximas eliminatorias con otras expectativas.
-¿Algo de eso hablaste con el plantel Sub-20?
-Compartí con la Sub-20 la experiencia de vida, lo importante que es defender la selección de tu país. Es lo mas lindo de todo, representas a tu familia, amigos, compañeros.