Se jugaban 12 minutos del duelo entre Manchester United y Aston Villa, cuando Robbin Van Persie metió una volea terrible que se metió en el ángulo.
Aquella tarde del 22 de abril de 2013, los Diablos Rojos ganaron por 3 a 0 con tres tantos del holandés y se coronaron campeones. Y ese golazo quedará en la historia.
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