La Federación Argentina de Fútbol (AFA) clausuró esta semana el campo más torcido del mundo después de 30 años de juego en el que los jugadores marcaban goles con una insospechada ventaja. Se trata delJuan Antonio Arias, un terreno de juego situado en las afueras de Buenos Aires que pertenece al Club Social y Deportivo Liniers, donde jugaba La Topadera, un humilde equipo que disputa sus encuentros en la última categoria del ascenso, la Primera D.
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Mientras varios aficionados argentinos se preguntaban si era una cancha o un trapecio, la sospecha se evidenció cuando la AFA obligó al equipo a remodelar el campo tras ver su extraña forma a través de Google Maps.“Desde la AFA nos avisaron que no iban a programar más partidos porque el campo era antirreglamentario” explicó el presidente del LiniersMarcelo Gómez al portal Infobae. Gómez contó también que fue a comprometerse personalmente con la federación argentina de que “en 90 días, realizarán las obras”.
El estadio de La Topadora se inauguró en 1987 y se construyó con urgencia, ya que la AFA obligó a todos los equipos argentinos a disponer de su propio campo de fútbol. Aunque los dirigentes del club eran conscientes que debían enderezarlo, Gómez lamentó que ahora deban ejecutar las obras “de un día para otro”.
Con una área de 37 metros de ancho y otra que medía dos metros más, el emblemático campo del Liniers pasará a ser leyenda en los próximos días tras la obligada remodelación. Una reforma que pondrá fin a hechos tan anormales como que un jugador anotara ¡cinco goles olímpicos en una temporada!
