Víctor Valdés salió mal del Barcelona. Fichó para el Manchester United, donde tuvo una oscura etapa debido a los conflictos con el entonces entrenador Louis Van Gaal, luego pasó al Standard de Lieja buscando el menor protagonismo posible. Después de todo este tiempo entre altas y bajas el exmeta culé encontró lo que buscaba: estabilidad tanto en lo personal como en lo deportivo.
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Su nueva vida es entorno a Nunthorpe, un pequeño municipio de Middlesbrough de menos de 5000 habitantes. “Es una zona tranquila, retirada. Sus hijos van a la escuela local. Vive a un minuto de mi casa, puedo darle consejos sobre buenos restaurantes y si necesita un fontanero, puedo enviarle a mi padre”, relata Stewart Downing, compañero de Valdés en el Middlesbrough.
El cambio radical de Valdés ha tenido resultados positivos, ha disputado los últimos seis partidos en el Boro de Karanka, exjugador y asistente técnico en el Real Madrid, volviendo a la competencia de primer nival sin la presión de estar en un equipo grande.