Sigue la pólvora… ¿Hasta que suceda otra desgracia?

Una vez más, hubo pólvora en el estadio, algo que está prohibido y es sancionado en el fútbol nacional

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Aficionados de ??guila con sus bengalas en el Estadio Cuscatlán

/ Foto Por EDH / Jorge Reyes

Por César Najarro | Twitter: @cjnajarro

2016-10-22 9:31:00

SAN SALVADOR. Con un amplio dispositivo de seguridad, y sin permitir que hubiese ningún aficionado en el sector de sol, para que las barras de uno y otro equipo quedaran en los extremos del estadio Cuscatlán, se buscó reducir las posibilidades de actos de violencia en el clásico nacional entre FAS y Águila.

Pero siempre hay un pelo en la sopa. Una vez más, previo al arranque del juego, ambas barras utilizaron pólvora para alentar a sus equipos, algo que está prohibido. Una vez más, se las “ingeniaron” para ingresarla sin que a policía pudiera detectarla. 


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¿Hasta cuándo entenderá la afición? ¿Hace falta un nuevo accidente que cobre la vida de otra persona y que resulten varios lesionados para que, tanto las autoridades como las barras, los aficionados, entiendan?

La situación se ha vuelto ya un común en estos últimos torneos, más en el presente, en el que ya hubo un encuentro donde sucedió algo similar, que las dos barras utilizaron pólvora. La sanción fue para ambos equipos, que, con tan bajos ingresos en nuestro fútbol, es lógico que se quejen, pero, ¿de qué otra forma se puede sancionar?

En el país no existe ningún dispositivo de seguridad para identificar a las personas que violen la reglamentación, ya sea uso de pólvora o que comentan actos de violencia, como para castigarlos con multas directas y con la inhabilitación a los recintos deportivos. 


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Por ahora, no queda más que esperar que al menos haya una nueva sanción para ambos cuadros, y, tal vez, algún día sus aficionados entiendan que les afectan económicamente y así dañan a la propia institución que pretenden alentar. 

El clásico, una vez más tuvo un pelo en la sopa. De lado quedó el hecho que no han tenido mucho apoyo en lo que va de torneo. El sábado mejoró la cantidad de aficionados, pero muy lejos de los clásicos de antaño.