Hacía falta una locura

La llegada del Loco Abreu a El Salvador ya rompió esquemas, nos va a sacar de nuestra zona de confort y de nuestros complejos

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Desborde de alegría entre los seguidores del Santa Tecla F.C, por la llegada de Sebastián Abreu.

/ Foto Por Marlon Hernández

Por Mario Reyes | Twitter: @MarioDR

2016-07-07 10:43:00

Les voy a pedir que retrocedan el reloj hasta hace unos tres años. ¿Qué teníamos en el fútbol nacional? Amaños, mentiras, chambres de pueblo, eliminaciones, dirigentes con la mente tan pobre como las arcas de los clubes que manejan, etc.

Tres años más tarde, la cosa no ha cambiado mucho. Quién sabe si aún hay amaños y aún tenemos pobreza (mental y económica). Pero en ese momento quién iba a decir que mundialista Washington Sebastián Abreu iba a venir a El Salvador, a jugar por lo menos un torneo. Para mí, sin duda, la llegada del “Loco” Abreu es la mejor decisión que uno o más directivos habrán tomado en el país los últimos nueve u ocho años.

¿Por qué? Porque la llegada del Loco ya rompió esquemas, nos va a sacar de nuestra zona de confort y de nuestros complejos: Que no podemos traer extranjeros de calidad; que no vamos a la cancha porque no hay espectáculo; que no hay jugadores que valgan la pena ir a ver; que no tenemos referentes en nuestra liga local; que ya no habrán estadios llenos; que ya no hay patrocinios para traer algo bueno de afuera; que nunca vamos a mejorar nuestro estándar de calidad; que jamás vamos a cubrir un partido que valga la pena… Que no tenemos, que nunca podemos.

Gracias a Santa Tecla FC, el fútbol salvadoreño puede empezar a creer que tiene potencial para hacer cosas grandes. Nos acaban de demostrar que los dirigentes pueden asociarse con patrocinadores para apoyar una causa deportiva que, a la vez, lleven a la gente a los estadios. El salvadoreño promedio tiene hambre de buen fútbol y no es para nada apático, pero se ha ausentado de las canchas por las malas decisiones que algunos han tomado.

Y esto no es publicidad gratis (no hace falta): es el mismo equipo que contrató a un campeón sub 20 con Argentina para dirigir a su equipo mayor, darle identidad y sacarlo campeón por primera vez en tan solo ocho años de historia. Es el equipo que mejores decisiones está tomando a nivel dirigencial hoy en día. Y habla todavía mejor de esta institución el hecho de que cuando más incierto era su fichaje no descartaron la posibilidad y no dejaron de intentarlo, no se dieron por vencidos ni escucharon las voces que decían o pensábamos que aquello era “solo paja”.

Ahora que por fin se hace algo bueno trayendo al Loco Abreu, es preciso recalcar dos cosas:

1. Es hora de borrar los “nunca” y los “jamás” del fútbol salvadoreño. De empezar a cambiar y a exigir cambios a la dirigencia, de dejar los vicios que como aficionados, jugadores y ejecutivos permitieron que el fútbol nacional esté como está hoy. De comenzar a labrar un camino distinto, quizás a nuestra manera… Pero que, por favor, nos saquemos el chip perdedor-conformista que tiene el salvadoreño desde que nace.

2. Los salvadoreños estamos para grandes cosas, siempre que estemos unidos, desinteresados y alejados de nuestro egoísmo histórico. Agradezco y aplaudo al Santa Tecla FC por traer a un mundialista, por el esfuerzo que sé que hicieron para contactar y contratar al jugador y ojalá sea este el ejemplo para que salgamos de una vez de la mediocridad que nosotros mismos hemos creado, no solo en el deporte sino también en lo económico y (sobre todo) en lo político-gubernamental. Que sea ejemplo para que todos ciudadanos se unan y luchen por sus sueños de cambiar al país y traer más cosas buenas (vengan de donde vengan) para toda la comunidad.