Buenos frutos en Panamá

El gerente deportivo de la federación de béisbol, Germán Espinoza, hizo sus valoraciones sobre el subcampeonato latinoamericano que obtuvo la selección sub 18 en suelo canalero.

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El equipo sub 18, subcampeón en Panamá. 

/ Foto Por Cortesía FESA

Por Cortesía Carlos Hernández

2016-07-07 3:47:00

SAN SALVADOR. La histórica reedición del subcampeonato de la selección nacional sub-18, obtenido en el torneo Latinoamericano Big League de Panamá de pequeñas liga,s no es cosa del azar; por lo contrario, se debe a un planificado plan de trabajo que la Fundación Educando a un Salvadoreño (FESA), en conjunto con la Federación Salvadoreña de Béisbol, ha mantenido durante más de un lustro para mantener a un equipo en los más altos estándares de calidad en la competitiva categoría regional.

Germán Espinoza, Gerente Deportivo del béisbol salvadoreño, ha sido el motor principal que ha orientado esta labor que viene cosechando frutos en los últimos años. “Es  un proceso de seis años en el que el grupo se ha mantenido junto desarrollándose, trabajando en mejorar las habilidades de cada uno de sus integrantes, en especial en la parte mental”, comentó Espinoza sobre el grupo integrado por lo más selecto de las academias locales, en gran parte de FESA.

“A finales del año pasado, cuando confirmamos la participación en este torneo, iniciamos el trabajo de planificación. Aparte de lo netamente deportivo, nos preocupamos por contar con un equipo armónico en todos los sentidos, tanto en lo anímico como el lo físico, por lo que un psicólogo deportivo trabajó con jugadores y se les hicieron varias pruebas médicas para asegurarnos que estuvieran en plenitud de condiciones”, puntualizó.

“La preparación para el torneo de Panamá fue exigente, se realizaron seis juegos internacionales así como otros 12 a nivel local. Los muchachos entrenaron semana tras semana. Se tomó video de cada una de las prácticas para analizar cada punto débil y mejorarlo. Además, se hizo gran énfasis en los fundamentos de juego; afortunadamente estos muchachos han madurado mucho”, agregó el gerente. 

El Salvador conquistó el subcampeonato por segunda ocasión consecutiva, y se quedó a un paso de la máxima gloria, tras caer en la final 1-0 ante Curacao, mismo marcador y rival que en la edición de 2015, realizada en Puerto Rico. Iniciaron el torneo canaleño venciendo a Jamaica por nocaut de  27 carreras por 0, el domingo 25 del mes pasado. Un días después, repitieron la dosis al doblegar 6-4 a la selección de Aruba, para mantener posteriormente su gran racha con el triunfo de 11-0 ante Guatemala, el martes siguiente. Ya clasificados, cayeron 7-4 ante Curazao, el jueves. En semifinales, vencieron a Panamá, el gran favorito del torneo, con marcador de 3-2. 

“Fue un torneo muy parejo, con selecciones de mucha tradición como México, Curacao, Panamá y Venezuela, que llegaron con equipos muy bien confeccionados”, dijo Espinoza. “En Panamá se trabajó como lo hacen los equipos grandes, con un scout de avanzada que se concentraba en ver los juegos de los rivales, tomar videos y recopilar estadísticas, de forma tal que el cuerpo técnico tuviera a la mano las herramientas para determinar las fortalezas y debilidades de ese equipo y trabajar de antemano cómo se le iba a enfrentar”, explicó.

En la elite

La novena nacional finalizó entre las más destacadas colectivamente del torneo, con alto average ofensivo de .423, con Carlos De León como el segundo bateador más destacado del torneo gracias a su promedio de .692 (13-9), a solo ocho décimas del campeón Enrique Madera (Curazao, .700). Roberto Velásquez acabó cuarto en esa tabla, con average ofensivo de .600 (5-3). Tanto De León, como el antesalista Manuel Campos fueron seleccionados al All Star del certamen. Además, Juan Colato se quedó con el liderato de bases robadas, con un total de cinco.

“Uno de los puntos importantes en lo deportivo fue la labor que se realizó con el pitcheo, fundamental en este tipo de torneos cortos. Se procuró inculcarle a los lanzadores que fueran más agresivos en la zona de strike y eso se vio reflejado en que El Salvador fue uno de los equipos más sólidos en ese aspecto”, acotó Espinoza.

Y de qué forma, el pitcheo colectivo de los azul y blanco finalizó con efectividad de 2.91, con llamativa relación de poches-boletos de 25 abanicados y 10 pasaportes en 29 entradas de labor. Pero, si el bateo y los brazos destacaron, la defensiva brillo por sí sola con tan sólo un error en la ronda regular.

“Hicimos un gran papel, los muchachos pusieron en alto el nombre de El Salvador y del béisbol nacional. Se trabajó como un equipo bien cohesionado, con un cuerpo técnico encabezado por el mánager William Ponce y sus asistentes, Carlos Cuéllar (coach de bateo) y Raúl Romero (coach de pitcheo), asesorados por mi persona, siempre dispuestos a dar el paso extra. Se trabajó bajo un plan definido, en una sola línea, planificando juego a juego con los técnicos y los muchachos; eso fue una de las claves del éxito”, agregó el gerente deportivo.

Futuro promisor

Como parte positiva en el desarrollo de esta categoría, este equipo repite en casi un 80 por ciento para el año que viene, y sólo sufrirá seis bajas por traspasar los 18 años: Mauricio Zepeda, Norman Cornejo, Jasson Guevara, Jairo Aparicio y Cristian Páiz.

“Ya hay una generación de relevo emergente para sustituir esas plazas, hay 10 jóvenes con la calidad necesaria para disputar esos seis puestos. Esa sana competencia interna ayuda  fortalecer al equipo”, valoró Espinoza.

Para preservar el nivel de esta selección, ya está orquestado un plan de trabajo que permita mantener activo al grupo. En primer lugar está el torneo de prospectos de jugadores entre 15 y 21 años que realiza la Federación todos los años. Asimismo, la gerencia técnica está en conversaciones con los dueños de los equipos de la Liga Nacional de Béisbol (LNB) para que en lugar de contar con un jugador menor en el terreno por condiciones de campeonato, se eleve a dos la cuota.