La justicia de las Ayala

Roja de Emperatriz para las mentes cortas que no creen en las mujeres. Emperatriz y Abigaíl son hermanas y disfrutan de su papel como árbitras, tanto en El Salvador como fuera

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Las hermanas Emperatriz y Abigail Ayala, mujeres que se desempeñan en el arbitraje salvadoreño.

/ Foto Por Mauricio C?ceres

Por Mauricio Cáceres

2016-07-10 8:07:00

Las  hermanas Emperatriz Ivón (35  años) y Lidia Abigaíl Ayala (de 25 años) balancean su vida entre ser madres y también árbitras asistentes. Su calidad las ha llevado incluso a premundiales femeninos. 

Son acompañadas durante sus entrenos en una de las canchas de la Federación por unas 30 árbitras más, quienes viajan desde occidente y oriente para asistir a sus entrenos y capacitaciones.

“Inicié a pitar en amateur y luego fui escalando a Tercera, Segunda y hoy soy Asistente de Primera, gracias a Dios”, dice Emperatriz, quien lleva en este oficio 17 años. Tiene un hijo de 10 años y dice estar feliz con su vida.


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Vive en Zacatecoluca y cuenta  que cuando se inició, y aún no pertenecía a la Asociación de Árbitros, dirigió un partido en una cancha polvosa de un caserío en donde jugaban  equipos de colonias cercanas, y antes de terminar el encuentro los integrantes se dieron de golpes y ella tuvo que intervenir y expulsar a alguien; casi le pegan. Aparte, algunos amigos y familiares de los que jugaban la retaron y ella los enfrentó.  

Al final, el encuentro terminó con apretones de mano y en paz. “Yo me afligí por un momento, pero no bajé la guardia. Me iba a defender. Son gajes del oficio”, explica.

Ella estudiaba Relaciones Públicas en la Universidad Tecnológica  y ya no continuó por el arbitraje y su hijo, a quien le dedica el mayor tiempo para su educación, ya que ha sido muy dedicada par capacitarse en el arbitraje. “Cuando salimos del país, voy muy contenta, porque conozco otros lugares y aprendo de otras compañeras con las cuales formamos el cuarteto en el arbitraje”, dijo. 

Ahora, Emperatriz es internacional. Estuvo en Nueva Zelanda, en un mundial Sub 17 en 2008; en Portugal, en la Copa Algarve, en 2009; en Mundiales Sub 20 en Alemania y Japón; dos Premundiales Sub 17 de Concacaf y  un Mundial Sub 17 en  Costa Rica.

Por su parte, Lidia Abigaíl Ayala de Cuéllar tiene 25 años y empezó en el arbitraje inspirada en su hermana mayor, Emperatriz. Tiene un hijo de 4 años y su esposo, René Orlando Cuéllar, la entrena todos los días. Estudia en la Universidad Modular Abierta una  licenciatura en Idiomas, de la cual lleva el quinto ciclo.

Es una apasionada de las motos y del fútbol, y cuenta que asiste a las reuniones de los jueves en la Federación, en donde reciben cursos de proyección y ahí les dan la programación de los partidos de fin de semana. A las 5:00 a.m. tiene que estar junto a su hermana en la Fesfut, para recibir el entrenamiento físico.

Cuando pueden, ambas entrenan en el Estadio de Zacatecoluca, lo que hacen para mantenerse activas y en forma, ya que explican que no es fácil correr de esquina a esquina de la cancha, tratando de observar las faltas de los jugadores. “Si un jugador me ultraja, levanto la banderola y me comunico con el árbitro, central y queda a criterio de él imponer un sanción al jugador”, dijo Abigaíl. 

Cuenta además que ha dirigido finales de reservas de la Primera División, y viajó a Estados Unidos para participar como asistente en la Copa Dallas Sub 17 en marzo de 2016. También fue a Costa Rica al Torneo de Interclubes de Centroamérica, en mayo pasado, y asistió a un curso intensivo de proyección en Guatemala en 2014.

Es la justicia de las Ayala: pasión por el arbitraje.