Lo que dejó suelo canalero

He aquí algunos aspectos a resaltar que la Azulita tuvo, pero debería trabajar para lo que viene. Mejorarlos tendría que ser parte de las prioridades

descripción de la imagen
Foto Por edhdep

Por Varinia Escalante, enviada especial | Twitter: @VSkalanT

2016-07-17 6:16:00

PANAMÁ. Llegaron a Panamá con la fe de que lo podía lograr. Pero en el camino, la vuelta tomó un recorrido más largo. Y las ilusiones disminuyeron. Los Sub 20 que clasificaron al Premundial de Concacaf 2017 tuvieron así que sufrir, más de la cuenta, para que el objetivo se certificara con el segundo lugar del Torneo Uncaf (siete puntos).

El principio con una derrota (2-1 ante Honduras) y luego un empate (2-2 con Guatemala) palidecieron las esperanzas azules. Mientras la victoria ante Nicaragua (4-0) y el resto de resultados matemáticos jugaron con las posibilidades de estos juveniles y del técnico Eduardo Lara, quien aceptó que hablar de probabilidades no era lo suyo.

El Salvador consiguió llegar con vida al último partido del evento. Y se sumó que un empate, después de la derrota de Guatemala, le bastaba para meterse a la cita en Costa Rica. El grupo no se conformó con eso y derrotó al anfitrión panameño, y de paso finalizó segundo.
Sin embargo, hay algunos puntos que quedaron de lo que se hizo en este corto, pero intenso certamen de Uncaf:

La definición: Uno de los factores que más pesó. A la selección, le costó encontrar los goles, y cuando los tuvo no pudo sostenerse un resultado para llevarse los partidos. Terminó cediendo y cayó en imprecisiones. Errar en a la contundencia hizo a los juveniles despertar ante los pinoleros y dio su fruto ante Panamá. Sin embargo, es uno de los puntos claves a trabajar para el Premundial, así como encontrar gol en más jóvenes del país.

Poco rodaje: Se notó que a los salvadoreños les hizo falta más experiencia en amistosos internacionales o giras. Ayudó a algunos los campamentos que tuvieron en Argentina, y en 2015 en Colombia. Pero no todos estuvieron en las dos giras. El jugar más partidos, salir del país, enfrentar a selecciones fuertes y de mejor nivel pudo evitar que les pasara factura algunos a la hora de estar en el campo. Será una labor ardua de la Fesfut dar rodaje a estos chicos.

Lo psicológico: El debut en grande va ligado a las salidas al exterior. Los pupilos de Lara cayeron en el “pánico escénico” en su primer partido, y vivieron tramos similares ante los chapines. Los nervios, la ansiedad y la presión por querer hacer las cosas bien los hicieron pecar a varios de los jugadores, quienes por momentos no respondieron a las exigencias y eso los hizo perder puntos.

Lo físico: En el arranque del torneo, pesó el estado de forma para los jugadores, quienes terminaron acalambrados frente a la “H”. Ese debe ser un aspecto a tomar en cuenta para intensificar los trabajos físicos. La diferencia estuvo en que apenas el grupo tuvo cinco meses de labor, cuando otras selecciones traían casi dos años juntos. No obstante, aún y con el poco tiempo, los salvadoreños sacaron la cara, peo es un aspecto a fortalecer.

Pocos de Primera: El cuerpo técnico de la Azulita echó mano de sus elementos más interesantes a medida avanzó el torneo. Sin embargo, la duda quedó a muchos de por qué no utilizó a todos los elementos que juegan en Primera en los cuatro partidos. El DT supo cómo manejar cada juego, pero para la próxima fase debe reforzarse con más de juveniles que salgan de visorías y que ya estén acumulando experiencia en Liga Mayor.

Más colectivo: Cuando el equipo jaló para el mismo lado, se notó el orden en todas las líneas, las rotaciones, el buen toque de balón, el juego a ras de piso. Pero cuando la Sub 20 cayó en las individualidades, se perdieron opciones que pudieron cambiar algunos resultados. Además, el trabajo en la portería vino de menos a más, ya que se hizo énfasis en los errores que se tenían que corregir, y se creció en la tarea en el duelo ante los canaleros.

Disciplina: No significa que no la tuvieron, pero muchos jugadores –como en la liga local sucede– piensan más en otros temas como el peinado, las redes sociales, el celular y otros asuntos que van más allá de lo que el técnico puede controlar. Si bien es cierto que Lara mantuvo a los jugadores concentrados y encerrados, debería ser un aspecto a pulir más de cara al Premundial, para que el enfoque solo sea un objetivo sin distorsiones y de mayor compromiso y responsabilidad.