Fueron 15 años los que Pedro Joaquín Ramírez Aristondo paseó su calidad, primero como defensor central y tiempo después como volante de contención, todo en equipos de primera división, destacando entre estos el Once Municipal, de su natal Ahuachapán, y FAS, de Santa Ana.
“Siempre he sido un amante del fútbol, en mi época si bien el jugar a este deporte me permitió percibir un ingreso económico, yo siempre prioricé el jugar y divertirme, por ello tras mi retiro en 1993 seguí ligado al fútbol simplemente como espectador”, comenta Aristondo.
Comenzó en el fútbol colegial, en un primero momento con el equipo del Instituto Nacional “Alejandro Humboldt”, y posteriormente con el Colegio Ahuachapaneco de Comercio, siendo campeón nacional estudiantil con ambos.
Pero tras haber permanecido en la reserva de Once Municipal desde 1974, la gran oportunidad de dar el salto a la Liga Mayor le llegó en 1979. “Contábamos con un plantel de buenos jugadores y muy trabajadores, pero no nos alcanzó para llegar ese año a la semifinal y final”, recordó.
Tras jugar dos temporadas con el equipo ahuachapaneco pasó en 1981 a las filas del Once Lobos, ahí se encontró con jugadores como José Gilberto el “Aguado” Pacheco (ya fallecido), Raúl Reynaldo Rodríguez Nóchez, el panameño Rubén “Tatara” Guevara, Raúl el “Guardia” Quezada, Chamba Moreno Castro y Mario el “Lobo” Peralta Castro.
“Ese año llegaron a reforzar a Once Lobos jugadores extranjeros de calidad como los guatemaltecos Byron Pérez, Óscar La “Coneja” Sánchez, Erwin Donis y Jorge La “Chana” Fernández, quienes hicieron posible que este equipo ganara protagonismo en las semis y finales de 1981-82, 83 y 84”, comentó Aristondo.
Fue con este plantel que en 1981 se coronaron campeones del Torneo de Copa y además subcampeones nacionales.
Finalizada su etapa con el Once Lobos, de Chalchuapa, este rendidor volante de marca pasó a defender en 1987 los colores del Acajutla, de Sonsonate, aquí compartió crédito con jugadores de la talla de Carlos Antonio “Cacho” Meléndez, Fredy Carranza, que tiempo después tomo la titularidad en el arco, Rodrigo Alfonso Osorio (ya fallecido), César Contreras, Eraldo Correira y Salomón Campos Mezquita, entre otros.
En 1990 y 1991 Aristondo llegó a las filas de FAS, uno de los grandes del fútbol nacional, lo dirigía el costarricense Marvin Obando y jugó a la par del uruguayo Daniel Uberti, el panameño Erick Ortega y los nacionales Memo Rivera, Jorge “Zapatero” Ábrego y Tomás Lucero.
En 1992, ya casi en la víspera de su retiro, tuvo un paso fugaz en Isidro Metapán, ahí recuerda a los compañeros Rigoberto Ortiz Chinchilla, Jaime Murillo y Óscar el “Lagarto” Ulloa, Rodolfo “Chato” Alfaro. Finalmente su retiro llegó en Apaneca, que estaba peleando el descenso.
¿Qué hace?
Tras el retiro, Aristondo se dedicó por completo a su otra profesión que igualmente le apasiona, porque puede compartir experiencias con niños y jóvenes. Desde hace 25 años se desempeña en el magisterio nacional como profesor de Educación Física.
“Actualmente trabajo con el Complejo Educativo General Fabio Morán, del cantón Las Chinamas, Ahuachapán, ahí tengo la oportunidad de trabajar con niños y jóvenes estudiantes y sembrar en ellos la pasión por el deporte, que con el tiempo y su buen rendimiento les puede llevar por otros rumbos”, comentó.
Aristondo recuerda que el año de su retiro (1993) obtuvo su plaza oficial en el magisterio y pensó que en ese momenton debía dejar el balompié para dedicarse por completo a la docencia.
Enseñar con el ejemplo es algo que no pasa por alto en él, pues como buen exfutbolista, el mantenerse siempre activo en el deporte le ayuda a transmitir este espíritu a los niños y jóvenes. “Todos los días recorro 6 km diarios, luego hago 30 en bicicleta para mantenerme bien físicamente”, advierte.
Como apasionado del fútbol, Aristondo siempre se mantiene al pendiente del fútbol nacional. “Es cierto que el nivel de nuestro fútbol ha bajado, pero no me gusta ser negativo y pienso que en algún momento mejorará su nivel”, concluyó.