La nadadora nacional Rebeca Quinteros debutó ayer en los Juegos Olímpicos de Río 2016, en los que lastimosamente tuvo una actuación para el olvido, pues su tiempo de 4:52.11 la relegó al último lugar del heat.
Lejos del 4:07.52 que puso la japonesa Chihiro Igarashi, Rebeca nunca pudo recuperarse de la salida tardía que tuvo y poco a poco, mientras el resto de nadadoras devoraba metros hacia la meta, ella se iba rezagando y fue relegada al octavo lugar.
Pero esto no fue todo para la ondina cuscatleca, pues en la clasificación general final terminó en la casilla 32 de igual número de competidoras.
Así Rebeca quien asistió a estos juegos por tarjeta de invitación o universalidad, cerró su intervención en estos juegos que ya entraron en calor con los distintos deportes.
El miedo escénico
Según Óscar Moreno, exseleccionador nacional, motivado por la pésima actuación de Quinteros, él habló con Francisco Suriano, el jefe de Misión de la delegación salvadoreña y este le explicó que la nadadora se había engarrotado, es decir los músculos estaban bien tensos.
“En otras palabras lo que sucedió con Rebeca es que el miedo escénico le pasó factura y muy fuerte, los nervios le traicionaron y se le tensaron los músculos de las piernas y ya en el agua no le respondieron y obviamente a punto de comenzar la prueba ya no hubo tiempo para hacerle algo”, dijo Moreno.
Agregó que Rebeca lució muy mal en la piscina, pero que ante un hecho así, no se puede hacer mayor cosa. “Me llamó la atención el como estaba nadando y me imaginé que algo le pasaba, incluso su mejor tiempo de 4:26.00 lo subió a 4:52.11”, mencionó Moreno.