La arena de la mayoría de las playas no es apta para el vóley playa de alto nivel. Para los tres últimos Juegos Olímpicos -Atenas 2004, Pequín 2008 y Londres 2012-, se debieron transportar toneladas de arenas de otros lugares, incluso de otros países. Sin embargo, para los actuales Juegos de Río 2016, las playas de Copacabana, han superado las expectativas de la organización que se ha mostrado satisfecha por los resultados arrojados en los diferentes encuentros de la disciplina.
“Esta arena es considerada la mejor que hay aquí en Río”, dice Fernando Marques, delegado del COI para el vóley playa en Río 2016, pero sin desmerecer los granos de arena de las cercanas Ipanema, Leblón, Botafogo y media docena de playas de primer nivel. “La arena de estas playas ha sido aprobada en todos los eventos del FIVB. Esta arena es nuestro punto fuerte.”
Pero antes de los Juegos de Río hubo otros factores que considerar, más allá de la calidad de los granos. A las cadenas de televisión, por ejemplo, les importa el color: si es demasiado blanca, brilla demasiado, y si es demasiado oscura, parece sucia. Pero el color de las arenas de Copacabana es perfecto, y como dice Knapton, la arena puede teñirse de casi cualquier color, pero eso no está prohibido en la mayoría de las playas naturales.
Todd Knapton, vicepresidente de la empresa Hutcheson Sand and Mixes, de Huntsville, Ontario, testeó muestras de la arena de Copacabana, que arrojó resultados que se acercaban mucho a las especificaciones que él mismo estableció hace 20 años.
“Copacabana es prácticamente ideal”, dice Knapton. “Y que se trate de una playa natural lo convierte en un hecho único.”