SONSONATE. Querían abandonar el sótano en la clasificación. Cerca estuvo de no lograrlo. Pero Sonsonate reaccionó a tiempo, con un error de Municipal Limeño que desbarató un posible empate para los orientales, y que sirvió de trampolín para encontrar la victoria abultada (4-2).
Los cocoteros llegaron así a cinco puntos y salieron del sótano.
Fue un arranque de presión y movido, sobre todo en un cuesta arriba que vivió Municipal Limeño. Se trataron de diez minutos con goles, y de distintas acciones que a la postre pusieron un empate tempranero.
Así, ordenado y confiado por el apoyo de su afición, los cocoteros salieron a buscar el partido. Paolo Suárez se encargó de guiar la ofensiva, en la media, mientras los unionenses no se abrieron sino que esperaron a ver qué mostraban los occidentales.
Sirvió poco porque el Sonso mostró rápido que buscaba el triunfo. A los tres minutos, un tanto anulado por posición prohibida dio el primer aviso a los santarroseños. Comenzaba a intentar festejar la afición, pero tenía que esperar todavía para colocarse arriba en el marcador.
Una falta dio, en primera instancia, la primera oportunidad para los cocoteros de intentar convertir, por segunda ocasión, pero estuvo atento Rafael Lucha. Un minuto después, una falta de Mario Machado en el área terminó en tiro de penalti y que hizo efectivo Erick Molina (8’), y Sonsonate colocaba el 1-0.
Sin embargo, rápido respondió Limeño, para amargar la fiesta tempranera, con un contragolpe en el que Clayvin Zúniga prolongó una pelota a ras de piso, por derecha, y con remate cruzado definió el empate (1-1), a los 10’.
Los siguientes minutos sirvieron a ambos equipos para ordenarse, sobre todo porque los de casa adelantaron filas. Hubo un poco más de tranquilidad, aún y cuando la ansiedad al enviar o recibir balones largos terminaban fuera de marco, esto daba complicaciones a los de Agustín Castillo.
Sin embargo, los dirigidos por Mauricio Alfaro se vieron obligados a jugar con uno menos desde el minuto 14. El defensa y capitán Mario Machado recibió la segunda amarilla y dejó a Limeño con diez. A eso, supo sacarle ventaja Sonsonate, para el segundo. Al 19’, apareció Paulo Dos Santos y concretar de cabeza el 2-1.
“Tuco” Alfaro realizó una modificación obligada para reforzar la defensa y sacrificó al juvenil Roberto Álvarez. El DT necesitaba solvencia atrás y recuperarse en el marcador, y llegó Francisco Valladares. Esto dio seguridad al equipo, que pese a jugar con uno menos se vio más sólido y contrarrestó el ataque cocotero.
Limeño estuvo encerrado, pero los sonsonatecos con dominio de pelota y con oportunidades para concretar un tercero las desperdiciaban. Una clara la mandó afuera Carlos Hidalgo (37’), con Lucha que salió al achique. La tensión local creció, Sonsonate se encimó y creó, pero no concretaba.
Los de Santa Rosa seguían recurriendo al contragolpe, dejando como único hombre en punta a Jefferson Viveros, y una media más atrasada y con Yuvuni Salamanca con más intervención. Pero sería hasta en una jugada a balón parado en que llegaría el 2-2. Una falta en el área sobre Zúniga se transformó en penalti, que convirtió Viveros (45’). Era el tanto que buscaba Alfaro para ir al descanso con calma.
Intentos, error y alegría
Pero los esquemas se mantuvieron en lo que restó del juego. Hubo más pausa, juego más de medio terreno, enredado, y con menos llegadas a los arcos. Pero la plática del descanso dio otra cara a Limeño, que con desventaja numérica apareció con otra actitud, más sólido e incluso atacando y minimizando el ataque de Sonsonate.
Los locales tuvieron otra opción, con un remate a puerta de Ricardo Ulloa, que pegó en la base del poste derecho de Lucha (65’). Fue una de las pocas ocasiones que tuvo en esta mitad Sonsonate, que luchó por el tercero pero ya no gozó de las mismas posibilidades. Al contrario, los orientales trataron de sacar provecho de la desesperación rival, atacando con estacionarias, pero sin fruto.
Sonsonate se encontró con un Limeño que se defendió hasta el final, y que estuvo cerca de robarle el punto, pero un gol en propia puerta de Carlos del Giorno (82?); y una individualidad de Rafael Burgos, recién ingresado, que se movió en todo el área y remató de derecha (85?), dieron la victoria. Un respiro para los cocoteros, un sinsabor para los santarroseños.