La historia de Santiago Lange habla de la superación personal y de lo que es capaz el deporte y la pasión. Fue bronce en Atenas 2004 y Pekín 2008 en la clase Tornado y fue operado el pasado 2015 de un cáncer de pulmón.
El martes ganó el primer oro de la historia de la vela argentina con la tripulante Cecilia Carranza al vencer en la categoría Nacra 17 mixto.
A los casi 55 años disfruta del oro tras una historia dura. “Hace un tiempo que me venía enfermando seguido, sobre todo en los viajes, porque por mi trabajo en los barcos de competición voy a Europa como 12 veces al año. Eso motivó que me sometiera a chequeos. Fue cuando los médicos me recomendaron extraer el pulmón que estaba afectado por un tumor”, había contado Santiago a medios argentinos.
Su pasión seguía intacta. Asegura que a los 25 días de haber sido operado ya estaba entrenando de vuelta.
No fue su único contratiempo en la preparación a Río. “Me separé de mi esposa y viví en un barco. No tenía un mango (dinero), un amigo me prestó un barco y terminé viviendo cuatro años ahí…”
Su compañera Carranza también participó de la hazaña. “Fue tremendo. Yo lo llevé al hospital en Barcelona cuando se descompuso. Jamás pensé que podría recuperarse y acá estamos, listos para navegar”, le había contado Carranza Saroli al diario Clarín en la previa de los Juegos.
El regatista, que además tiene a dos hijos, Yago y Klaus, metidos como séptimos en la ‘Medal Race’ de la clase 49er. de estos Juegos, ya se ha convertido en un ícono del deporte argentino.