Aunque inició adolescente en el karate, rápido comenzó a dar medallas. Una satisfacción personal y de país para Juan Salmerón, a quien le gustaba este arte marcial, pero solo fue por “casualidad” que llegó hasta él.
“Un día viernes, más o menos del mes de septiembre de 1989, un amigo me contó que estaba asistiendo a clases de karate en el INDES. Me dijo que daban clases sábados y domingos, me dio una gran ilusión, ya que siempre había querido aprender karate, pero no sabía de algún lugar donde enseñaran. Así, al siguiente día, me fui a buscar el INDES hasta que lo encontré”.
Su primera medalla la obtuvo en la categoría juvenil principiante, con cinta blanca (15-16 años). Ganó así el Campeonato Nacional de 1989, con tan solo unos meses de entrenar. “Un compañero me dijo que habría una competencia. Me preguntó si participaría, y le dije que no sabía que se competía en eso, que me imaginaba como algo peligroso, por lo que veía en las películas. Pero competí”, cuenta. A la postre, ganó cuatro peleas: “Creía que no era cierto, pero gané el primer lugar”. Formó luego parte el equipo nacional mayor desde 1994, de cara a los Juegos C.A. Y vino su ascenso.
Éxito en todos los niveles
Los compromisos se convirtieron en metales para el exatleta. Conquistó preseas de oro, plata y bronce en distintos escenarios y eventos nacionales, C.A., C.A. y del Caribe, Panamericanos, tanto en Juegos de país como en regionales. Ser campeón estaba en su esencia.
Esto le permitió ser campeón nacional de 1990 a 2008; y Centroamericano, de 1996 a 2008. En ese periodo, fue campeón absoluto con cinco oros en varias justas, y con tres en los Juegos C.A. de San Pedro Sula, Honduras (1997) y Guatemala (2001). Además, se colgó oro en el C.A. y del Caribe de Managua, Nicaragua (2005). A ese nivel, también alcanzó platas en las ediciones de Maracaibo, Venezuela (1998), San Salvador (2002) y México (2008); así como bronce en San Salvador (2002).
Juan destacó en Panamericanos de karate, al cosechar una plata en San Salvador 2001 y tres bronce en La Habana, Cuba (1999), en San Salvador (2004) y en Buenos Aires (2005).
También cosechó siete Águilas Doradas (de 1996 a 2000, y 2002 y 2003), dos Superáguilas Doradas (2001 y 2004), tres Espigas Doradas (1994, 1997 y 2001) y una Superespiga Dorada (2002). Y obtuvo varios reconocimientos en 1998: Atleta Destacado, Abanderado en Maracaibo, Atleta Sobresaliente de la Asamblea Legislativa. Asimismo, fue Atleta y Miembro de Honor en la Habana (1997); Mejor Atleta de los Juegos de S.S. 2002, por la presidencia de la República; y en 2005, nominado “Embajador de los ODM en El Salvador”, por el Programa Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Pero tuvo una “deuda”: “Siempre entrené y competí al máximo para cuidarme de no tener una deuda conmigo mismo, de no dejar alguna historia inconclusa. Pero no clasifiqué a los Juegos Panamericanos de Winnipeg (1999), ya que estaba lesionado para participar en el Panamericano clasificatorio en La Habana”.
Se retiró “entre 2008 y 2010, porque necesitaba darle un cambio a la vida, dedicar tiempo a prepararme en algo que no fuera solo karate, sino en un ámbito laboral profesional”.
¿Qué hace?
Tras su retiro y buscando mejores formas de vida, Juan Salmerón se dedicó a trabajar, ya siendo un profesional en licenciatura en Ciencias Jurídicas. Esto y su carrera deportiva le abrieron puertas en el Instituto Nacional de los Deportes (INDES).
“Me dediqué a trabajar a tiempo completo en INDES, en el área de Deporte Comunitario (actualmente, jefe del departamento). Además, a estudiar un tema que tenía pendiente y a hacer ejercicio como hobby: correr, pesas, karate y fútbol”, explica.
“En 2010, pasé a formar parte del Comité Directivo del INDES, hasta 2014. También desempeñé el cargo de Asesor Técnico Deportivo en el Deporte Comunitario, donde se elaboraban planes, programas y proyectos para la masificación del deporte. Uno de los más destacados fue ‘Karate para todos’”, detalla.
Tuvo tiempo para enseñar en la Federación Salvadoreña de Karate (FSK): “Entrené a la selección nacional de 2008 a 2012, y capacité a los profesores a nivel nacional en kata (forma) en planificación y competición; y kumite (combate) en competición”. Y aclara: “Tenía un horario de desarrollo de karate. Pero ese no lo consideré como trabajo, si no como mi vocación y compromiso con la juventud salvadoreña. En ese horario, se formaron campeones nacionales y campeones de la vida”, cuenta.
Detalla que en sus cuatro años como entrenador obtuvieron “los títulos de campeones C.A. en Costa Rica, Belice, Honduras y Panamá”. En 2009, fueron campeones en los C.A. de Panamá; en 2010, medallas de oro, plata y bronce en los C.A. y del Caribe de Mayagüez, Puerto Rico; y ese mismo año, medallas Panamericanas de plata y bronce en Quito, Ecuador. En 2011, lograron plata y bronce en el Panamericano de Guadalajara, México.
Juan sigue practicando karate “con menor intensidad y volumen”, pero con la misma pasión que le dio éxito. Espera, en un futuro, estudiar una maestría, aprender otro idioma y viajar.